Cuando me decidía a escribir este apartado e investigaba fuentes, me di cuenta que el enfoque que diversos estudios han utilizado para el abordaje de las razones o causas por las que comemos, sin la sensación necesaria del mecanismo del hambre era muy distinto del que me había planteado. La mayoría de los estudios del tema, abarcan los más nuevos y recientes descubrimientos de proteínas o circuitos neuronales que nos llevan a la búsqueda de almacenar calorías a toda costa inclusive cuando nos encontramos saciados o en un estado nutricional óptimo, por supuesto la explicación regresa a la necesidad adaptativa en donde nuestros antepasados luchaban por alejarse de la inanición. Prácticamente todos estos circuitos y mecanismos quedan perfectamente fecundados por una idea evolución que ha permeado en masa como fundamento y causa de los mismos, y por ende de toda la gama de conductas de sobrealimentación que nos encontramos en la clínica.
Por el contrario la línea que encontramos en sí cuando escuchamos a nuestros pacientes, es que ciertos alimentos (la mayor de las veces en exceso calóricos) han quedado ligados a eventos o personas con elementos emocionales muy particulares y significativos para cada uno y que situaciones tanto fuera como ya dentro del tratamiento desencadenan, deparando una infinidad de variables para cada caso. Es justamente de aquí que surge la posibilidad de analizar cada una de estas manifestaciones en consulta.
Si te has preguntando cómo generar hábitos emocionales saludables,
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Por otro lado, se tiene la intención de abordar el cuestionamiento titulo de este blog, desde otra perspectiva, y es que si bien desde el punto de vista neurológico esta forma de alimentación queda ligada a un mecanismo de sustentabilidad del organismo, desde nuestra perspectiva también se trata de visualizarla desde el encuentro que se tiene con el comer sin el llamado del hambre, antes de que se tenga la posibilidad de dar cuenta de este, es decir desde la infancia más temprana o incluso antes del nacimiento.
Con nuestros pacientes se ha movilizado la posibilidad de entablar contacto con aquello que va más allá de la mera necesidad, encontrando la mayoría de veces que se trata también de una historia que se remonta a lo que se asimila a través de tal o cual alimento en relación a nuestro entorno familiar y social en general. Es por esto que se vuelve esencial el entablar un diálogo con aquello que ha sido transmitido a la par de la alimentación encontrando su centro en nuestras emociones y la importancia que tiene cada tipo de convivencia, ya sea con amigos, reuniones de trabajo o familia de lo cual no siempre tenemos noticia clara.
Especialista
Abraham Zambrano
Psicólogo
Psicólogo y psicoterapeuta que busca un acercamiento desde una visión ecléctica al malestar alimenticio actual. Enfocado en la escucha y transmisión de espacios personalizados para el tratamiento de afecciones anímicas desde los estudios psicoanalíticos.