¿Y si sale bien?
14 junio, 2024
por
L.P. Myle Reyes
Decidir realizar un cambio trae consigo una importante carga de dudas, sin embargo, lo último que nos cuestionamos es: ¿qué pasaría si todo sale bien? Generalmente, el deseo de cambio llega como resultado de cuestionar la propia incomodidad o bajo el deseo de crecer, es un impulso de vida, el cual si nos atrevemos a tomar tras una serie de esfuerzos nos llevará al crecimiento.
Al comenzar a modificar nuestros hábitos de autocuidado, la mente pone una mayor carga de atención al cuerpo. Lo que nos lleva a notar con mayor objetividad pequeñas diferencias, como puede ser que gracias al ejercicio sientas músculos de los cuales antes no tenías conciencia; o conocer la diferencia entre sentir nuestro estómago con y sin inflamación; o incluso el comenzar a diferenciar el hambre emocional al hambre real.
Ninguna rutina de autocuidado es igual a otra, es por ello que al comenzar un cambio de hábitos cada uno debe de responsabilizarse y buscar realizar cambios reales que sean posibles de sostener a largo plazo, que aporten satisfacción y gozo por realizarlas.
La sensación de Saciedad, se consigue gracias a fortalecer la conexión cuerpo y mente, se alcanza una mayor conciencia acerca del alimento que necesita nuestro cuerpo y se comienzan a separar la sensación de hambre con la sensación de vacío emocional. Dando oportunidad a trabajar en terapia de forma más directa tales vacíos emocionales y con ello vencer el deseo de comer sin control.
Cuando comenzamos a ser dueños de nuestra rutina, agregamos actividades recreativas, habitamos nuestro cuerpo de una manera mucho más cómoda y desde este lugar, la forma en la que interactuamos con nuestro contexto se modifica, trayendo consigo nuevos vínculos.
Poner esfuerzo en mantener una rutina de autocuidado, es una manera de generar energía de vida, la cual genera mayor vitalidad, fuerza y conexión con el aquí y ahora, venciendo estados tanto depresivos como de ansiedad.
L.P. Myle Reyes
14 junio, 2024
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