Tú eres tu propio activo
25 octubre, 2024
por
L. P. Omar Segura
¿Cuántas veces has sacrificado tu salud por cumplir con tus responsabilidades laborales? He visto a lo largo de los años muchos pacientes con la firme intención de mejorar sus hábitos y perder peso. Hombres y mujeres de diferentes edades, contextos y profesiones, pero con una constante en común: la falta de tiempo para cuidarse a sí mismos. La mayoría argumenta que, debido al ritmo de trabajo, simplemente no pueden encontrar el tiempo para preparar alimentos saludables o establecer una rutina de autocuidado. "No puedo decirle que no a mi jefe" o "Los clientes no esperan", son frases que escuchan con frecuencia.
Muchos de mis pacientes me cuentan con orgullo las dificultades que han superado para ocupar el puesto que hoy tienen o para posicionar su empresa como líder en su sector. Su capacidad de mantenerse al frente, anticipar adversidades y resolver problemas con creatividad es admirable. Sin embargo, lo más llamativo no es cómo sacar adelante su trabajo, sino cómo, con toda esa planificación y resolución de problemas, no lograrán aplicar la misma dedicación a su salud.
Sé que no es fácil cambiar hábitos. El trabajo muchas veces parece absorbente y sin tregua, pero aquí es donde te hago la siguiente pregunta: ¿Qué pequeños ajustes podrías hacer hoy para mejorar tu calidad de vida? Tal vez prepares tus comidas durante el fin de semana para que estén listas durante la semana laboral, o reserva un espacio diario no negociable para tu descanso. Estos pequeños pasos no sólo te ayudarán a mantener tu bienestar, sino que también fortalecerán tus funciones ejecutivas, ayudándote a ser más eficiente en el trabajo que tanto amas.
El sueño es un factor crítico para tu salud general. Como mencioné antes, cuando no dormimos lo suficiente, los niveles de leptina bajan, lo que nos lleva a comer más y peor. Pero el impacto no termina ahí. Dormir mal afecta directamente tu productividad y capacidad para tomar decisiones. Después de una mala noche de sueño, ¿alguna vez te has sentido incapaz de concentrarte o tomar decisiones importantes en el trabajo? Esto se debe a que las funciones ejecutivas están comprometidas. Una noche de mal sueño puede hacer que tus habilidades cognitivas disminuyan notablemente, y si esto se convierte en un patrón, el impacto a largo plazo será devastador tanto para tu salud como para tu carrera.
Recuerdo a un paciente que, tras años de ignorar su salud por completo, comenzó a experimentar serios problemas de concentración y niveles de estrés descontrolados. Aunque al principio le costó cambiar, poco a poco comenzó a hacer ajustes en su rutina. Empezó a priorizar su alimentación, mejoró su calidad de sueño, y los resultados no se hicieron esperar. No solo bajó el peso, sino que su capacidad para liderar su equipo mejoró. Pasó de ser una persona estresada y reactivada a un líder más enfocado y proactivo.
No esperes a que tu cuerpo te obligue a detenerte. Tu salud es tu principal activo y cuidarla es la mejor inversión que puedes hacer para seguir disfrutando de lo que amas: tu trabajo, tu familia, tus amigos. Priorizar tu bienestar no solo te permitirá vivir más y mejor, sino que también te dará las herramientas necesarias para sobresalir en cada aspecto de tu vida. Empieza hoy.
L. P. Omar Segura
25 octubre, 2024
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La autoexigencia sana