Tu deseo, mi deseo
28 julio, 2023 por
L.P. Mariana Rodríguez
El humano es un ser social que por naturaleza alcanzará su desarrollo biológico y psicológico a partir de la interacción con el otro. Ese otro le servirá de instrumento traductor al lenguaje, sensaciones y afectos de tal manera que en el futuro el bebé logrará apropiarse de sí mismo y reconocerse encaminado a una autonomía, deseando la satisfacción de diferentes necesidades complementarias para la vida humana.

Actualmente la sociedad se ha visto influenciada por una búsqueda continua, un deseo vivo de encontrar satisfacción absoluta, en una sociedad caracterizada por la producción y el consumo. La sociedad es un término que describe a un grupo de individuos que, al estar en continua interacción, invita a incorporarse a las dinámicas sociales vigentes en la que se reciben mensajes cotidianos de lo que se dice que es el ideal de vida.

La satisfacción y el deseo es una actividad fundamental interna para el ser humano que forma la particularidad de empujar a una continua búsqueda y sostener la constancia en la vida.

En la vida adulta se promueven ideas que culminan la insatisfacción humana con una promesa irreal, que en combinación con los deseos “siempre alertas”. Estos dispuestos a ser cumplidos, cuando se les ofrece la oportunidad, se nubla la real búsqueda quedando ligado a un deseo externo, pero que a la vez en su inmediatez se acepta la propuesta social de lo que se dice “te regresará la plenitud”.

El deseo en su carácter de insatisfecho reactiva la continua motivación humana al crecimiento personal. Es por ello que al idealizar un proyecto de vida, al ser alcanzado deja la sensación de insuficiente y se encamina a buscar “ALGO MÁS”. Por ejemplo: el universitario que al concluir la titulación de la licenciatura apostará acceder a la maestría, después deseara comprar un carro, una casa y así sucesivamente… la alerta toma lugar al colocar la propuesta social en lo propio y desvincula la búsqueda real de lo que en cada caso a caso representa el bienestar. Éxito, tranquilidad y satisfacción. Por ello, es común que con dicha propuesta disfrazada, te integran a la inmediatez y temporalidad dando lugar a sensaciones de frustración continuas, pues al ver los resultados y analizarlos encontraras las diferencias entre las propias y la ideales. 

Todo lo anterior empuja a pensar: ¿qué matices rigen tu deseo al iniciar un proceso de pérdida de peso multidisciplinario en un tratamiento cetogénico?, ¿ha sido atravesado por la inmediatez de una baja acelerada sin muchas intenciones de reconocer los diversas bondades del método VIME?... es decir, al ingresar al tratamiento es común encontrar en el paciente una serie de dificultades clínicas que van desde lo metabólico, físico o psicológico, sin embargo, la idealización del espacio atraviesa soluciones fantasiosas buscando alternativas curativas inmediatas con el fin de deshacerse del malestar/síntoma quizá sin involucrarse mucho en el proceso o garantizar aquellas herramientas internas como lo son los hábitos y la conciencia de enfermedad que permiten gestionar los resultados y ganancias en el mantenimiento. Incluso se busca perseguir un proceso ajeno que te lleva a una continua comparación sin dar lugar a la particularidad de tu cuerpo y los retos que representa para ti y tu equipo de especialistas generando una demanda irreal. 

La cetosis es una herramienta médico-nutricio que ayuda al tratamiento a proyectar una pérdida acelerada, sin embargo, el resto del proceso no va de la mano con la inmediatez o autoexigencia al cuerpo sino de un autoconocimiento. Si bien te has permitido emprender un nuevo proceso con el deseo de contactar con la satisfacción y bienestar, permite aceptar la particularidad de tu cuerpo, construir las condiciones necesarias para que realmente se encuentre aquel deseo que moviliza la búsqueda y sobre todo que sea un deseo tan propio que lo lógico para ti sea sostenerlo a largo plazo.
L.P. Mariana Rodríguez 28 julio, 2023
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