Reflexiones de ciencia (no tan) ficción.
¿Alguna vez han soñado con ser más altos? ¿Más fuertes? ¿Más esbeltos? ¿Qué tal tener un color diferente de piel? ¿O de ojos? ¿Por qué parar ahí? ¿Han querido ser inmunes al cáncer? ¿A la diabetes? La ciencia, parece, ha traído la respuesta.
Eugenesia: En pocas palabras ha existido desde hace mucho tiempo y su objetivo es hacer las siguientes generaciones mejores que las anteriores a través de la selección o manipulación genética. En los últimos años surgió lo que hoy conocemos como CRSPR (pronunciado crispe
Con esto han surgido tremendos avances; algunos investigadores han dado noticias de proyectos tan ambiciosos como traer de vuelta al mamut o “copiar y pegar” partes del código genético en nuestros futuros hijos para que tengan características a nuestro antojo llamados “designer babies”; hay también la posibilidad de eliminar condiciones como el enanismo o la sordera o la ceguera en futuras generaciones.
¿O no?
El género de la ciencia ficción siempre ha sido una manera de reflexionar sobre nuestro presente pensando en las posibilidades de un futuro incierto y cómo reaccionamos o reaccionaríamos moralmente ante ello. Desde Aldous Huxley y su Mundo Feliz (1931) postulando el conflicto que conlleva tratar de diseñar una sociedad perfecta completa con su felicidad en una pastilla hasta la película Gattaca (1998) que hace 20 años predecía el mismo tema de “bebés a la carta” del cual escribo hoy.
Estos materiales nos incitan a pensar. A reflexionar sobre las curas mágicas y soluciones inmediatas que harían de nuestras vidas más sencillas. Transformando el esfuerzo, la pérdida y la realización de que no podemos con todo en un cuento como el de la cenicienta en la que llegará nuestra hada madrina a cambiar todas las cosas que nos hacen sentir el difícil dolor de la existencia y nuestra realidad.
Ellen Jorgensen, bióloga molecular basada en Nueva York, nos habla de los postulados que ha hecho la mercadotecnia y las realidades científicas que se presentan con CRSPR y cómo la idea de fácil y barato es mucho más compleja de lo que podríamos pensar de inicio en una TED talk que pueden ver en el siguiente enlace https://www.youtube.
Es un tema muy complejo, casi como convertir un deseo infantil de “ser grande” a preguntarse como un adulto ¿Qué es ser grande? Y darse cuenta que toma años sentirse adulto y aun así habrá momentos en que nuestra madurez no sea suficiente para soportar algunas situaciones o frustraciones de la vida.
El autor Wilfred Bion postula que pensar no es un acto cognitivo, algo racional, sino que implica dar sentido y significado a la experiencia emocional. Para lograrlo es indispensable poseer la capacidad para tolerar la frustración y el dolor mental que surgen al acercarnos a la verdad.
Es un tema que trae a la mente conceptos como el esfuerzo, la exigencia y la frustración; todos ellos parten de nuestra experiencia diaria, así como la voluntad de seguir adelante frente a la adversidad como los héroes con los que crecimos admirando, no sus poderes imposibles, sino su resiliencia y determinación ante lo que parecía imposible.
Puede sonar increíble pensar en curas milagrosas a través de la ciencia y las capacidades tecnológicas que podemos alcanzar, pero pensar en la labor que realizamos como seres humanos en nuestro mundo interno para luchar todos los días por nuestras metas, sueños y aspiraciones resistiendo el incansable embate del dolor mental que esto implica, es igual de maravilloso y mágico como cualquier milagro que la ciencia nos pueda mostrar.
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