Procrastinación: ¿qué impacto tiene en mi salud física y mental?
¿El dejar mis tareas para otro momento me está ayudando en algo?
14 julio, 2023 por
L.P. Waleska Esquivel
En la escuela, en el trabajo, en nuestras actividades del día a día, solemos dejar muchas cosas importantes para después, procrastinamos, y esto puede llegar a tener efectos negativos en nuestra salud física y mental como: 

Generar altos niveles de angustia y estrés.
Dificultad para organizar, tomar decisiones y afrontar el estrés.
Incapacidad de solucionar problemas. 
Problemas para comunicar las necesidades propias.
Puede llegar a incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y una presión arterial alta. 

Pero… ¿qué es la procrastinación? ¿de dónde viene? ¿por qué nos pasa? 

La procrastinación se refiere a todo aquello que es importante para nosotros pero que llegamos a posponer por horas, días, meses años, aun teniendo todo para hacerlo. Me refiero al tiempo y las herramientas necesarias.

Tiene gran relación con la regulación emocional, que es esa capacidad de tener la apertura a todos nuestros sentimientos, sean “positivos” o “negativos”. Y así, reflexionarlos y analizarlos en cuestión de su funcionalidad. Cuando llegamos a procrastinar, para no dirigirnos a ese análisis, recurrimos a la evitación de nuestras actividades o tareas importantes ya que lo relacionamos con una emoción no agradable, por ejemplo, no entrar en cetosis porque te pondrá triste, ansiosa o irritable. O no hacer el ejercicio de la semana porque te enoja o frustra no ver los resultados rápidos.

Debemos saber que la procrastinación depende de muchos factores motivacionales, para Piers Steel (2007), existen cuatro que te comparto a continuación: 

Expectativa:
Si creo que no seré capaz de hacer o conseguir algo, lo pospondré en cada oportunidad”, esto se refiere al grado de dificultad que le damos a una tarea. Comúnmente, cuando una actividad la hemos realizado muchas veces, nos sentimos cómodos con ello y confiados del buen resultado, pero cuando es una tarea nueva o para la que no sentimos que seamos tan buenos, la expectativa de éxito disminuye. 

Sobre esto te preguntaría, ¿qué es lo que se te hace más difícil dentro del tratamiento? ¿por qué? 

Valor: 
Cuanta más baja sea la valoración de la tarea, más probable será procrastinar”, se refiere a que no todas las tareas tienen un mismo valor para nosotros, no nos resultan igualmente placenteras, por lo que solemos dejar al final o posponer aquellas que tengan ese valor más bajo. 

Sobre esto,  ¿qué tareas NO te gusta realizar?, ¿qué tareas disfrutas realizar?

Impulsividad:
“Cuanta más impulsividad, más fácil será procrastinar”. De acuerdo con varios estudios, se ha demostrado la relación entre la procrastinación y rasgos asociados a la impulsividad: tendencia a distraerse, poca atención y bajo autocontrol. Por lo que entre más presente alguno de estos rasgos, más probable es que puedas procrastinar. 

Demora de satisfacción:
“Entre más tarde en llegar la recompensa, más fácil será procrastinar”, es decir, no es lo mismo saber que la actividad terminará en pocos minutos o que disfrutaremos los beneficios de forma inmediata a tener que esperar días, semanas o incluso meses. Muy claro ejemplo, los resultados del ejercicio, de un cambio de alimentación y de cambios en nuestro físico. 

Ahora bien, me gustaría platicarte que también existen tipos de procrastinadores, ¡asi es! Linda Sapadin y Jack Maguire mencionan que se pueden clasificar en seis tipos. Te platicaré un poco de ellos y te daré algunas recomendaciones que te puedan servir si te identificaste con alguno, esto, tanto en tu paso o proceso por VIME, como en cualquier actividad de tu vida diaria. 

Perfeccionistas
Este tipo de procrastinadores se preocupan por no cumplir las expectativas que ellos mismos suelen fijarse, lo que significa que por mucho que trabajen su objetivo, nunca estarán satisfechos del resultado para darlo por terminado. Lo recomendable en este caso es la fijación de metas realistas, NO idealistas. Trata de plantearlas antes de iniciar la actividad o tarea, trata de dividirlas en tareas más pequeñas y ponles fecha de entrega a cada una. Sobre lo emocional trata de no ser tan duro contigo, valora cada avance y logro y evita enfocarte de más en los errores y defectos. 


Los soñadores
Para este tipo de procrastinadores es muy fácil planear cómo serán las cosas, pero sienten gran frustración al momento de iniciar o llevar a cabo toda la planificación. Al igual que en los perfeccionistas, es muy útil concretar objetivos específicos y realistas, poder organizar y brindar un tiempo de tu día a los objetivos, para ir avanzando de forma regular. 


Los preocupados
Son aquellos que constantemente se encuentran en un “¿y si…?”, tienen una actitud insegura, negativa, y temerosa que suele bloquearlos y los limita en tomar decisiones o presentarse ante nuevos retos. Trabajar en la confianza en sí mismos es el factor clave, puedes plantearte objetivos pequeños que no te sean tan abrumadores y que te permitan sobrepasar la procrastinación. 


Los generadores de crisis
En este tipo de procrastinadores estará siempre presente la adrenalina, suelen dejar todo al último momento teniendo la idea de trabajar mejor bajo presión. Para trabajarlo, principalmente pregúntate, ¿cuáles son los beneficios de dejar todo al final? ¿qué pasaría si lo hicieras poco a poco?. Además podrías empezar a premiarte durante el desarrollo de la actividad, con la intención de que sientas motivación por terminarlo con anticipación. 


Los desafiantes
Este tipo de procrastinadores dejan correr el tiempo como protesta por los plazos y las expectativas externas. En este punto, es muy importante asumir responsabilidades y plantearte la posibilidad de nuevas opciones que te generen mayor compromiso y motivación. 


Los sobrecargados
Son aquellos que nunca dirán un “no”, suelen asumir cargas excesivas de tareas o actividades que les impide cumplir con los tiempos de entrega de cada uno. Se debe aprender a establecer límites y reforzar la capacidad de priorizar los asuntos más importantes, considerando el solicitar ayuda si es necesario y tomarse tiempos de descanso. 

Ahora que ya conoces un poco más de los factores motivacionales, los tipos de procrastinadores y los efectos que tiene en tu salud física y mental la procrastinación, ¿seguirás dejando ese pendiente para después? ¿trataras de reflexionar desde dónde viene?

Recuerda: procrastinar no es irreversible. Es una conducta aprendida que se puede modificar, logrando administrar mejor nuestros tiempos, de forma productiva, satisfactoria y eficaz. 

Y también recuerda que lo que decidimos posponer es diferente en cada persona y a cada quien le funcionan diferente las estrategias. Si consideras que tus estrategias ya no te están ayudando para tu tratamiento, no dudes en plantearlo con los especialistas en VIME. 

L.P. Waleska Esquivel 14 julio, 2023
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