La importancia de priorizar tu salud emocional en reuniones familiares
13 diciembre, 2024 por
L. P. Omar Segura
Hace tiempo se hablaba de familias funcionales y disfuncionales, pero la realidad es mucho más compleja. Cada familia tiene su propia dinámica que evoluciona con el tiempo y los sucesos que atraviesa. Hay momentos en los que las celebraciones familiares son cálidas y significativas, pero también hay épocas en las que esas mismas reuniones pueden volverse tensas, generar ansiedad y afectar nuestra salud emocional. Reconocer estos cambios y preparar estrategias para protegerte es esencial para disfrutar de las festividades sin comprometer tu bienestar.

Es importante identificar las dinámicas familiares que podrían impactarte negativamente. Las llamaremos dinámicas tóxicas: aquellas interacciones que generan incomodidad, tensiones, comparaciones o críticas. Estas dinámicas suelen ser especialmente visibles cuando se habla de cuerpos, ya que en reuniones familiares es común escuchar comentarios sobre la estética o el peso, comparando con "la hermana", "la prima" o "la tía". Este tipo de críticas pueden ser extremadamente hirientes, independientemente de si has subido, bajado de peso, o no has cambiado en absoluto. Muchas veces, estos comentarios no tienen una razón específica más allá de la necesidad de juzgar.

Es probable que ya hayas vivido estas experiencias y puedas identificar a las personas que suelen propiciarlas. Esto te brinda la oportunidad de anticiparte y prepararte para sortear estas situaciones de manera más efectiva. Aquí te comparto estrategias que pueden ser útiles para proteger tu salud emocional durante estas reuniones.


1. Establecer límites claros
Cuando sientas que la conversación se está orientando hacia temas de comparación o críticas, establece límites de manera firme pero respetuosa. Puedes decir algo como:

"Prefiero no hablar de ese tema, creo que hay cosas más interesantes de las que podemos conversar." 

Si sientes que la persona no está receptiva, otra opción es redirigir la conversación hacia un tema más neutro o positivo. Incluso hacer un comentario ligero o un chiste puede ayudar a desviar la atención y evidenciar que ese tipo de temas no son apropiados sin generar un enfrentamiento directo. Por ejemplo, si alguien hace una crítica, puedes responder con humor:

"Parece que soy la estrella de la noche, ¡pero seguro hay cosas más divertidas que discutir!"

El humor puede ser un gran aliado para suavizar la tensión y marcar un límite de manera menos confrontativa.


2. Evitar discusiones
A veces, a pesar de tus esfuerzos, podrías encontrarte en medio de una conversación incómoda. Si esto sucede, lo mejor es no prolongar la interacción. Hay personas que, por naturaleza o por frustración, pueden ser insistentes y, en algunos casos, hirientes. Engancharte en una discusión no solo puede ser agotador, sino también perjudicial para tu estado emocional.

En lugar de entrar en un conflicto, aléjate de la situación. Busca a otros familiares con los que te sientas más cómoda y con quienes puedas disfrutar de la reunión de manera tranquila. Recuerda que no necesitas justificarte o defenderte ante comentarios que no aportan nada positivo. Tu paz mental siempre debe ser tu prioridad.


3. Practicar la autoobservación
Es crucial estar en sintonía con tus emociones durante las reuniones familiares. Si notas que te sientes alterada o ansiosa por cómo se están desarrollando las interacciones, tómate un momento para ti.

Salir a caminar al aire libre, incluso por unos minutos, puede ayudarte a despejar la mente. Durante esta pausa, enfócate en tu respiración: inspira profundamente por la nariz y exhala lentamente por la boca. Este ejercicio simple pero efectivo puede ayudarte a centrarte y recuperar la calma. Recuerda que estar en una reunión familiar no significa que debas permanecer en el centro de la interacción todo el tiempo. Darte un respiro es una forma válida de autocuidado.


4. Construir una red de apoyo familiar
Así como existen familiares que pueden ser incómodos o críticos, también hay otros que son cálidos, empáticos y con quienes te sientes protegida. Identifica a estas personas y busca pasar más tiempo con ellas durante la celebración.
Tener una red de apoyo dentro de la familia te ayudará a sentirte más segura y respaldada en situaciones tensas. Estas personas pueden intervenir en conversaciones difíciles, redirigir temas o simplemente ofrecerte compañía cuando lo necesites. No subestimes el poder de tener cerca a alguien que genuinamente se preocupa por ti.


5. Valida tus emociones y celebra tus logros
Es importante reconocer que tus sentimientos son válidos, independientemente de cómo los demás puedan interpretarlos. Si una situación te resulta incómoda o te lastima, no te culpes ni minimices lo que sientes. Valida tus emociones y recuérdate que está bien priorizarte. Al mismo tiempo, celebra todo lo que has logrado. Si este año has avanzado en tus metas personales, emocionales o de salud, no permitas que comentarios negativos apaguen tu orgullo. En lugar de enfocarte en las críticas, reflexiona sobre todo lo que has superado y utiliza esas reflexiones para fortalecerte.

Las reuniones familiares pueden ser una mezcla de emociones y experiencias. Aunque pueden ser desafiantes, priorizar tu salud emocional es un acto de amor propio que vale la pena. Establecer límites, evitar discusiones, practicar la autoobservación y rodearte de personas que te apoyen son herramientas clave para disfrutar de las festividades sin comprometer tu bienestar. Recuerda que tu paz mental es más importante que cualquier tradición o expectativa social. 

¡Cuídate, disfruta y celebra lo que realmente importa en estas fechas!
L. P. Omar Segura 13 diciembre, 2024
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