Para comenzar este pequeño artículo abriré las siguientes preguntas: ¿Dieta o tratamiento? ¿Restricción u orden? Son cuestionamientos que usualmente surgen al momento de comenzar un plan de alimentación en el cual se limita la ingesta de muchos alimentos. 

Contestando la primera pregunta: una dieta por lo general suele traducirse como sacrificio o limitación, cuando en realidad es un inicio en la modificación de nuestros hábitos de la forma en que se había estado viviendo y que muy probablemente no sea la más indicada. Al mencionar un tratamiento, si separamos la palabra quedaría: trata y miento, dándole una traducción un poco más poética de: trato lo que miento, y es ahí la verdadera confrontación. 

Hacerse responsable de las emociones no es una tarea sencilla, ni mucho menos que cualquier persona acepte hacer, ¿por qué? Porque es enfrentarse a un dolor interno, a un dolor al cual aun no se la ha puesto palabras. Por ende, llegar a un plan interdisciplinario que, en cierto modo, te exponga a ello podría sonar interesante, pero ¿realmente se tendría la valentía para hacerlo? 

La respuesta puede ser muy subjetiva, sin embargo, hay que tener en mente que como todo en la vida se deben de establecer objetivos y metas claros acerca de lo que se quiere realizar. Al momento de hacer una inversión como lo es la salud, tanto física como mental, es importante establecer hacia dónde, cómo se quiere ir y para qué se quiere llegar ahí. Con eso bien establecido, cuando el camino se vuelva difícil y cansado, se tendrán como motivación para continuar y no abandonar nuestras metas, sino, tal vez, cambiar el camino para llegar a ellas. 

Respecto a la segunda pregunta "¿restricción u orden?", es justamente eso. Un orden. Es necesario comenzar a ordenar la mente, ya que una mente ordenada es una mente relajada y una mente que puede pensar, reflexionar, plantearse y replantearse diferentes perspectivas así como encontrar diversas soluciones a las problemáticas que se presenten. 

Cambiar hábitos de cualquier tipo no es un proceso fácil. En nuestra mente puede sonar de ese modo, sin embargo, plasmarlo en la realidad y darle continuidad es un gran reto. Teniendo en cuenta de que es un proceso que conlleva a un gran aprendizaje si uno mismo se lo permite vivir de ese modo. 

Al momento de estar en el proceso de una dieta cetogénica, generalmente uno mismo piensa que la pérdida de peso está enfocada únicamente en la parte física, comer adecuadamente y mantener un grado de hidratación adecuado. Sin embargo, una dieta va más allá de eso. El peso, también es un peso mental, algo que hasta el momento ha causado alteraciones en la vida y ha provocado huir de diversas situaciones. Los sentimientos que se involucran alrededor de la alimentación son mucho más profundos de lo que se esta viendo. Por lo tanto, perder peso también es aprender a liberar la mente, brindándole un espacio en donde pueda descargarse y recuperarse del ajetreo que se vive a diario. 

Experimentar por primera vez un tratamiento de este tipo, en cierta forma, uno mismo se ve obligado a experimentar emociones/sentimientos que han estado reprimidos desde hace tiempo. La ingesta de alimentos juega un papel muy importante en nuestra vida debido a que estos pueden ser un bloqueo, un medio de escape, una fuga de la realidad. Por lo tanto, al estar en una dieta “más estricta”, las resistencias a seguirla empiezan a hacerse presentes. 

La cetosis, de cierta manera, te enfrenta a lo que ha estado evitando durante tiempo atrás, y al no encontrar un modo de escapar o donde refugiarse, como lo es la comida, las defensas inconscientes se hacen presentes, llegando entonces a la pregunta: “¿Qué hago? La cetosis me esta enojando mucho, creo que mejor la voy a dejar” En este punto, la recomendación es no detenerse solo porque el camino se ha puesto difícil; se le debe dar continuidad y ponerle palabras a ese enojo, es decir, no te comas más tus emociones. 

Explorar las partes en las cuales se llega a experimentar vulnerabilidad no es fácil, en realidad es algo que consciente e inconsciente se evita, sin embargo, se llega a un momento crucial de la vida en donde no hay más opción que hacerle frente. Esto es lo que la cetosis nos brinda. 

Es importante que este proceso no se haga por cuenta propia, debido a que el acompañamiento, una buena escucha y buenas observaciones a lo largo del proceso, dará pauta a obtener nuevas perspectivas que anteriormente no se podían observar. 

Hay que preparar el camino por el cual se va a andar próximamente, adquiriendo estrategias y herramientas que sean útiles para poder sobrellevar las cargas emocionales que se tengan en un futuro.  

Recuerda que siempre te puedes acercar a tu equipo de VIME para iniciar tu plan, y si ya estás en ello, acércate con tu terapeuta de apoyo. Platícale tus inquietudes para que de ese modo juntos puedan construir un camino más estable para lograr una calidad de vida más saludable.