Las emociones están bastante implicadas en nuestra salud física y mental, la comida pasa a cumplir ciertas funciones como evitar o resguardarnos de los sentimientos negativos que usualmente no podemos tolerar.
Algunas de las causas emocionales que nos pueden llevar a comer de forma compulsiva o autómata son:
Comer por estrés: esto se da en situaciones que suscitan un monto de ansiedad que resulta intolerable y el comer se vuelve una actividad destinada a reducir tal ansiedad. El comer rápido y masticar como una forma de triturar y desgarrar se transforma en una manera de reducir la ansiedad.
Comer por tristeza o depresión: cuando una persona se encuentra con estado de ánimo decaído tiende a descuidarse, a dejar de hacer sus actividades cotidianas, prefiere estar solo, con irritabilidad, uno se siente con cansancio y pesimista ante la vida. En situaciones como esta la comida se vuelve como una especie de refugio en el cual se busca recuperar el estado de ánimo positivo. La comida a la que se recurre suelen ser cosas dulces como chocolates o cosas con mucha azúcar, también se puede recurrir a otro tipo de alimentos que principalmente son ricos en serotonina, la cual en el estado de depresión se reduce sin embargo más allá de la química de los alimentos en el campo de lo psicológico la ingesta de este tipo de comida está relacionada con la idea de que a través de la comida podrá incorporarse ese bienestar que siente que le falta.
Comer por enojo: hay personas que no pueden tolerar su propio enojo, ya sea porque sienten que no lo pueden controlar o que expresarlo sería malo, entonces prefieren guardarse ese sentimiento. Esto a la vez lleva a volcar el daño a uno mismo como si se tratara de una autodestrucción, entonces la comida cumple aquí con tal función; es usada para hacerse daño a uno mismo de forma inconsciente.
Comer por miedo: en la vida hay muchas cosas o situaciones a las cuales temer (miedo a dejar de ser niño, a tener mayores responsabilidades, miedo al cambio y a cosas nuevas, miedo a ser deseado o deseada, miedo al contacto con otras personas, etc.) y existen personas que desarrollan fobias, por ello otras lidian con sus miedos a través de la comida, siendo esta como una manera de protegerse dentro del cuerpo.
Comer por culpa o castigo: hay personas que sienten que no son merecedores de afecto, sienten que han hecho o pensado algo malo y merecen un castigo por ello, entonces se autocastigan con la comida.
Comer por carencia afectiva e insatisfacción: la comida es usada como un intento de recrear episodios de bienestar y satisfacción, en muchas ocasiones esto tiene que ver con un reencuentro de un objeto que de seguridad, afecto y satisfacción.
Tanto en el ultimo caso como en otros que ya vimos, la comida es usada como un objeto que resguarda, que brinda seguridad y da bienestar, estas características están asociadas a una representación de una madre nutricia que brinda tales cualidades. Es decir que la búsqueda de estas cualidades en la comida es la búsqueda de aquella madre interna que es capaz de dar ese bienestar.
Entonces para lograr bajar de peso de una manera más saludable hay que trabajar activamente con nuestras emociones a la par que hacemos una buena alimentación. De este modo lograremos cambios significativos no solo en nuestro cuerpo y alimentación sino también en nuestro interior.
El metabolismo de nuestro cuerpo es fundamental para bajar de peso y con un plan de alimentación sano podemos hacer esos cambios que nos ayuden a bajar de peso. Bueno, eso mismo haremos con nuestras emociones, cambiar la forma en que lidiamos con ellas, ahora en lugar de evitarlas con la comida hay que metabolizarlas mentalmente y transformarlas en emociones positivas.
¿De que forma podemos ayudarnos a cambiar esas emociones negativas y dejar de comer por problemas emocionales?
- Hay que tener una actitud de autoobservación lo más constante que se pueda para poder identificar las situaciones en las que comemos por conflictos emocionales,
- Identificar las emociones que están en juego en aquel momento y pensar por que se estamos actuando de esa forma, esto implica pensar en las emociones en lugar de evadirlas. Para esto nos podemos apoyar de terapia psicológica, la cual ayuda a pensar en aquellas emociones, a su vez el deporte o la actividad física ayuda a armonizar las emociones. A este cambio también nos puede ayudar:
Escrito por: Rafael Téllez Arriaga
Licenciado en Psicología, se caracteriza por ser una persona entusiasta con su profesión, su principal motivación es poder ayudar a que las personas lleguen a la mejor versión de su ser a partir de un entendimiento emocional y mental de si mismos. En Vime ha encontrado ese espacio que le permite trabajar con ética y ayudar a cada persona a hacer conciencia de su salud emocional y salud física.