Seguramente has escuchado hablar de las dietas o productos “milagros” que aseguran y te prometen bajar de peso de forma fácil, sin esfuerzo y sin rebote. O en alguna ocasión has recurrido a alguna de estas opciones en ese afán de querer lograr tu objetivo de estar más delgada y saludable, pero si eres como la mayoría de las personas te habrás dado cuenta que en realidad estas opciones no cumplen lo que prometen a largo plazo, ya que al final o después de pasado un tiempo vuelves a ganar el peso y se presenta el temido rebote.
En clínica suelo escuchar que las personas llegan muy desmotivadas porque han intentado diversos métodos para bajar de peso pero no lo logran, o logran bajar de peso pero después de cierto tiempo recuperan el mismo. Al momento de indagar qué es lo que han intentado, comentan que han recurrido a métodos que les han “prometido” una pérdida de peso sin ningún esfuerzo o sin ninguna modificación en sus hábitos alimenticios o de actividad, como los son medicamentos y otras opciones que se ofrecen en el mercado.
Es común escuchar que las personas tiendan a recurrir a este tipo de tratamientos u opciones para realizar un cambio pero a la larga lo que van provocando es desmotivación, frustración y una baja autoestima, ya que el resultado final no es el esperado.
Pero ¿qué pasa que seguimos recurriendo a estas opciones mágicas o milagrosas? Justo acá es donde entra el pensamiento mágico.
¿Qué es el pensamiento mágico?
El pensamiento mágico es un tipo de pensamiento característico de la etapa infantil, en el cual se mezcla la fantasía con la realidad, este tipo de pensamiento nos permitía creer en los cuentos de hadas cuando éramos niños. Es parte del desarrollo natural de los individuos pero en algunas ocasiones se mantiene en ciertos aspectos de nuestra vida adulta, por ejemplo el hecho de tener supersticiones o amuletos en nuestra vida cotidiana. Pero en ciertas ocasiones también recurrimos a él al momento de tomar decisiones importantes como es el caso de cambiar nuestros hábitos de alimentación y la pérdida de peso.
En estos escenarios el pensamiento mágico nos lleva a creer que vamos a encontrar una solución que no nos implique ningún esfuerzo, que sólo por el hecho de tomar la pastilla o acudir a la consulta del nutriólogo “mágicamente” el peso va a bajar y nos veremos mejor… se escucha como cuentos de hadas ¿no? Si, a lo mejor esta un poco exagerado pero es importante saber que en algunas ocasiones tenemos creencias y/o pensamientos que están fuera de la realidad y en la mayoría de los casos no estamos conscientes de ellos, pero si influyen nuestras decisiones y hasta nuestro estado de ánimo.
¿Cómo poder distinguir si el pensamiento mágico esta influyendo en mis decisiones?
La primera característica que hay que tomar en cuenta para distinguir si es un pensamiento mágico o un pensamiento apegado a la realidad es que: lo mágico se contrapone al esfuerzo y al trabajo, si te “cachas” pensando que el cambio que vas a realizar no implicará ningún esfuerzo de tu parte, cuidado ya que esto puede estar cayendo dentro de un creencia errónea.
Otro punto importante a tener en cuenta para distinguir el pensamiento mágico es saber en donde se coloca la propia responsabilidad ¿a qué me refiero con esto? Por ejemplo, si optamos por un tratamiento en donde tendremos que tomar un medicamento pensando que no tendremos que modificar nuestra manera de comer, ahí la responsabilidad se le esta depositando a la pastilla por que es “ella” la que hará todo el trabajo, también puede pasar que deleguemos nuestra responsabilidad en la nutrióloga por que “su dieta” es la que no funciona aún y cuando no nos apeguemos a la misma. Es decir, si colocamos la propia responsabilidad en algo externo a mis acciones o a mi misma persona, estamos en un pensamiento mágico.
En cambio si asumimos nuestra responsabilidad sobre nuestra salud, llevaremos a cabo acciones concretas que nos impliquen un esfuerzo y a veces si nos costará trabajo, pero será algo más apegado a la realidad y desde un lugar más adulto, ya que el autocuidado es sinónimo de responsabilidad. A la larga si tomamos este camino encontraremos soluciones, logros y satisfacciones no sólo por haber alcanzado la meta si no por el esfuerzo que nos implicó, y el sabernos capaces de hacerlo reforzando así nuestra autoestima de manera positiva. Recuerda que uno baja de peso por lo que se hace no por lo que dejas de hacer.
Especialista
Maria del Carmen Soria
Psicóloga
Psicoterapeuta psicoanalítica, con amplia experiencia clínica. Tiene la convicción de ayudar a aliviar el malestar emocional que aqueja a las personas por diferentes situaciones para que alcancen un bienestar integral.