Hola, comunidad. 

El día de hoy quiero continuar tocando un punto importante sobre el cambio ya que en muchas situaciones o ámbitos de nuestra vida, nos requiere o demanda realizar diversos cambios. Hacer las cosas diferentes o pensar en formas que no eran comunes de pensar. Todas estas situaciones nos invitan a repensarnos, crecer, desarrollarnos y seguir aprendiendo.

El cambio implica esa posibilidad de hacer cosas distintas y pensar de manera distinta. A veces estamos muy motivados a emprender algunos cambios otras veces no tanto y hasta puede presentarse dudas sobre nuestras capacidades o sobre si podremos sostener dichos cambios a lo largo del tiempo. Esto sin duda puede generar algún monto de estrés o ansiedad.

En esta ocasión, la idea que me gustaría que se llevarán ustedes como lectores es que el cambio a veces trae consigo cierto monto de dolor ya que estamos atreviéndonos a salir de nuestra zona de confort. Estamos desafiando la forma en que nosotros mismos nos pensábamos, decidimos o hacemos con las dificultades de la vida.

La única manera de cambiar es empezar a hacer cosas diferentes. Si seguimos haciendo todo como siempre no podemos esperar cosas diferentes, solo vendrá consigo el mismo resultado. Para esto, les propongo un ejemplo que es un clásico de la literatura en psicoterapia. Imagínense que están tratando de abrir un candado y para ello cuentan con un conjunto de llaves de diferentes tamaños. Enseguida, intentan abrir con cada una de las llaves, pero uno por uno de los intentos resulta infructuoso. Sin embargo, lo paradójico es que lo que solemos hacer es intentar una y otra vez abrir ese candado con alguna de las llaves que en la primera ocasión no logramos abrirlo.

Este ejemplo del candado y la puerta es un prototipo de cómo en diversas ocasiones insistimos en soluciones que no lo son. En la mayoría de las ocasiones, en lugar de emprender cambios distintos, nos enredamos en comportamientos cíclicos. En lugar de hacer más de lo mismo, podemos encaminarnos a hacer y ensayar distintas soluciones, ser creativos. Aunque esto puede implicar cierta incomodidad ya que se abre la puerta a algo de incertidumbre, creo que vale la pena emprender un proceso de transformación.

Con respecto a la cuestión de un tratamiento para la pérdida de peso, pienso que el intentar un método como lo es el método VIME ya implica salirnos de lo convencional y así lograr algo distinto. En varias ocasiones los pacientes que acuden a la clínica me han referido la novedad que implica el estar en un tratamiento interdisciplinario, uno que abarque desde temas de activación mediante el ejercicio, hasta los aspectos emocionales que pudieran estar implicados en la forma en que nos relacionamos con la comida, nuestro cuerpo y nuestra historia de vida (determinar e historizar los desencadenantes emocionales que a su vez impactan en la alimentación). 

Pensar que además de seguir un plan de alimentación, también es importante revisar nuestra vida anímica, es ya una invitación a hacer algo diferente. Recuerda que tu terapeuta de Apoyo está para apoyarte a trabajar los temas emocionales. Acércate a él o ella para poder hablar de tu sentir y que juntos vayan construyendo cambios que logren erizarse en tu vida.