14 de febrero, “día del amor y la amistad”. Una fecha que, queramos o no, tiene una importancia relevante en nuestra cultura. Puede que consideremos esta fecha como un producto de la mercadotecnia que saca una parte consumista de nosotros, que logra que nos relacionemos de una forma diferente a la habitual. Una de esas formas en las que nos relacionamos ya sea en esta fecha o en otras es por medio de la comida y lo que esta representa para cada uno de nosotros.

En nuestra cultura, para bien o para mal, una forma de vincularnos es por medio de los alimentos. Pensemos en las diversas festividades que acontecen en las diferentes fechas, y claro que el 14 de febrero no es la excepción. Uno de los lugares mas concurridos en esta fecha son los espacios donde haya comida.

La pregunta aquí es: ¿por qué relacionamos el amor y la amistad con la comida? La respuesta es un poco sencilla con un trasfondo muy complicado en el cual no nos adentraremos en esta ocasión. Así pues, se debe a que nuestro primer objeto de amor, nuestra madre, es quien nos alimenta en el periodo de lactancia.

Partiendo de este punto, hayamos o no recibido amor por nuestra madre, nuestra alimentación parte de ahí, por ende hay un despliegue bastante amplio a lo largo de nuestras vidas en torno a estos dos puntos: la alimentación y el amor. Pensemos un poco más acerca de cómo es que estos se relacionan y cómo es que se vinculan con el 14 de febrero.

La comida no solo nos nutre físicamente sino que también nos alimenta emocionalmente. Ya sea porque en ocasiones aquella persona que estaba a nuestro cuidado cuando estábamos enfermos, nos preparaba algún platillo que ayudara a ese malestar. O bien, cuando hay algún deceso, aquella persona que acaba de perder a su ser querido no tiene ni tiempo ni cabeza para preparar alimentos y es cuando otras personas allegadas le proporcionan alimento a manera de acompañamiento y consuelo.

En nuestros cumpleaños siempre hay pastel o comida que nos guste, o de pequeños si teníamos buenas calificaciones o nos portábamos bien, nos llevaban a comer nuestra comida favorita. Otro ejemplo sería cuando, en el mejor de los casos, al tristes existen personas que intentan alegrarnos con algún dulce.

La manera de ver la comida no solo es como una necesidad sino también como un regalo, una muestra de afecto con aquellas personas que te importan, porque justo al interactuar con estas personas logras conocer sus gustos y es una forma de compartir con ellos un momento diferente.

Ahora analicemos un poco acerca de cómo es que el 14 de febrero se relaciona con nuestra alimentación. Partiendo de todo lo anterior, esta forma de relacionarse no está mal, pero ¿qué pasa cuando es la única forma que conocemos? ¿Qué sucede cuando la única forma de trabajar con tus sentimientos y emociones es exclusivamente por y a través de la comida? Esto tiene implicaciones en la ingesta de alimento, de tal forma que podemos llegar a comer de más y que de cierta forma impacte en diversas áreas de nuestras vidas.

Por lo cual es importante tener otras formas de poder relacionarnos con los demás, ya que de esa forma los alimentos pasan dejar de ser el medio para ello. Ahora bien, si en este momento tú te encuentras en un proceso de perdida de peso, es necesario que tengas bien establecidos cuales son tus objetivos, tus limites, las herramientas que tienes y/o necesitas para poder sentirte mejor contigo mismo.

En esta fecha es importante que puedas reflexionar sobre cómo es que tu demuestras amor y cómo es que las personas de tu entorno te demuestras su amor hacia ti. Ojo, no está mal que de vez en cuando haya momentos en los que se utilice la comida como una forma de expresar sentimientos, solo recuerda que es una herramienta más no un medio. Por lo tanto ya que se acerca esta fecha importante para algunos, recuerda cual es el propósito con el que piensas celebrar esta fecha y sobre todo sentirte bien con las acciones que decidas para ti.

Especialista

Everets Estrella

Psicólogo egresado del Centro Universitario Incarnate Word
CED. PROF.: 12898836

Psicólogo clínico con enfoque psicoanalítico. Considera necesario que las personas tengan un espacio de escucha en el que puedan comenzar un proceso terapéutico el cual les permita redescubrirse y darse la oportunidad de poder generar un cambio en su vida a través de la importancia de las palabras y los efectos que éstas tienen en las personas.