Dismorfia corporal, o la percepción crónica de que el espejo te miente
5 julio, 2024 por
L. P. Daniela Hernández
¿Alguna vez has sentido que el espejo no muestra tu verdadera imagen? ¿O que cuando te ves en fotos la cámara solo resalta lo peor y tu autoestima se viene abajo porque crees que todos son conscientes de tus defectos? Esto tiene un nombre y afortunadamente una solución: te presento a la dismorfia corporal.

La dismorfia corporal está caracterizada por experimentar una preocupación o malestar continuo derivado por una distorsión de la percepción de la imagen de nuestro cuerpo. Esta distorsión se genera por la observación crónica de un defecto mínimo o imaginario que lleva a la persona a tener una obsesión por corregirlo, y de esta manera limita su desenvolvimiento en varias áreas de la vida de quien lo vive. 

Esta se puede ver como una examinación constante la apariencia frente al espejo, como una comparación continua de su cuerpo con el de los demás o como evitar fotos, espejos, o ser mirado por otros en situaciones sociales. Todo esto, a pesar de ser relativamente común en varias personas, puede derivar en problemas más graves como algunos trastornos psicológicos como trastornos de la conducta alimentaria, trastorno obsesivo-compulsivo o abuso de sustancias. 

Entonces, ¿qué podemos hacer para reducirla o eliminarla?

Lo ideal sería trabajarlo en un proceso psicoterapéutico para identificar el origen de la ansiedad, aprender a descentrar la atención de la imagen corporal, trabajar pensamientos catastróficos o perfeccionistas sobre sí mismo, entre otros más asuntos que se encuentren relacionados.

Otra opción es utilizar técnicas de relajación para disminuir el malestar que ese experimenta al estar con otros, y de esta manera, cambiar su atención a experiencias más agradables como disfrutar el momento con amigos o salir a pasear a un sitio tranquilo.

Por otro lado, practicar estrategias de atención plena o aceptación nos ayuda a estar en paz con nuestro presente y, sobre todo, a  no estar en constante lucha por cambiar algún aspecto de nuestro cuerpo que no se puede modificar inmediatamente. Una idea de esto es concentrarnos en agradecer lo que podemos hacer con nuestro cuerpo, como la capacidad de movernos, usar los brazos para abrazar a alguien, o ponernos ropa con una textura agradable. 

Finalmente, identificar si en nuestro ambiente no se encuentra la raíz de nuestras preocupaciones, ya que en la actualidad somos bombardeados por imágenes de perfección que no son alcanzables de ninguna manera (pensemos en ediciones con Photoshop o las fotografías realizadas con inteligencia artificial). Así mismo las redes sociales promueven la distorsión acerca de nuestra imagen  física al emplear filtros que atenúan ciertas facciones y resaltan otras. Hay tantos filtros que resaltan aspectos diferentes, ¿así cómo sabremos cómo lucimos realmente? La respuesta no es dejar de usar las redes sociales, sino tener precaución y moderar su consumo.

Si se identifican con esto, les animo a practicar las recomendaciones y si el problema es demasiado grande recuerden que pueden buscar ayuda de un profesional de salud mental.
L. P. Daniela Hernández 5 julio, 2024
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