¿Alguna vez les ha pasado que cuando se quiere iniciar con un nuevo proyecto, una vez que se decide ponerlo en marcha, es cuando las dudas e inquietudes aparecen y se van haciendo aparentemente más concretas? 

Digo “aparentemente” porque no es necesariamente cierto, y justamente es lo que me gustaría analizar. Pensándolo desde el tratamiento en VIME, algo que se escucha con harta frecuencia es: 

“Yo quiero algo natural en mi alimentación”

“Quiero algo que vaya con una alimentación orgánica”

Etcétera, etcétera. Es interesante, no solamente porque nos confronta con la noción misma de "naturaleza", que habrá muchas más amplias y mejores explicaciones de esta implicación de lo "natural" en otros lados, pero resulta interesante también por la cantidad de certeza con la que esta afirmación nos aparece. Y como esas, otras, pero tomemos esta como ejemplo para lo que queremos aportar en cuanto a su lógica o motivación subyacente.

Y es que ¿cómo es que se refieren los nombres a aquello a lo que denotan?, ¿por qué decir que “algo” natural implica algún producto animal u orgánico que venga de una granja, que sea cultivado, etcétera? Existen al menos dos vías hacía una posible respuesta de esto: la descriptiva que puede resultar obvia: cada palabra es en primer lugar portadora de un cierto significado; y la segunda, la respuesta antidescriptiva que apunta a que una palabra está conectada a un objeto o a un conjunto de objetos mediante un acto de nombramiento original, y este vinculo se mantiene aun cuando el cúmulo de rasgos descriptivos que inicialmente determinó el significado de la palabra, cambie por completo. 

Nos veríamos tentados a inclinarnos hacia esta última articulación, ya que considerando la cantidad de pesticidas y hormonas utilizadas tanto en el cultivo como en la ganadería habría que reformular la noción misma de lo natural, sin que tengamos que modificar la palabra o emplear otra para referirnos a lo mismo. Es decir, se consideraría decisivo el vínculo causal externo, la manera en que una palabra se ha transmitido de un sujeto a otro en una cadena de tradición y no su condición genérica.

Sin embargo, en ambas lógicas se apela a la misma cuestión de una manera general, quedándose por fuera la dimensión del deseo. Cuando encontramos en la realidad un objeto que tiene todas la propiedades del objeto fantaseado del deseo, necesariamente quedamos algo decepcionados (y con esto apuntamos justamente al alimento Zélé); no porque no tenga valía sino porque el objeto encontrado sea el que sea no es la referencia del deseo.

Es decir, ya sea que busquemos empecinadamente algo “natural” o incluso algún remedio cuasi mágico para las necesidades de nuestro proyecto, es algo que buscaremos en vano en la realidad efectiva, ya que no tiene congruencia posible, en tanto discontinuidad, tomando su forma verdadera de objetivación de un vacío. A esto lo conocemos como la contingencia radical de la nominación.

Especialista

Abraham Zambrano

Psicólogo

Psicólogo y psicoterapeuta que busca un acercamiento desde una visión ecléctica al malestar alimenticio actual. Enfocado en la escucha y transmisión de espacios personalizados para el tratamiento de afecciones anímicas desde los estudios psicoanalíticos