El hambre emocional es algo clave a la hora de querer perder peso. Muy posiblemente estés algo relacionado con la definición de este concepto pero ahora te preguntarás: ¿como puedo combatirla? En este breve artículo te mostraré una seria de pequeños pasos para empezar a combatir esta hambre emocional. 


Paso 1: 

El paso número uno para combatir este problema es identificar cuando tenemos hambre emocional. Esta es la parte más sencilla, pues solo necesitas contestar una pregunta cada vez que sientas hambre: ¿quieres una manzana? Si la respuesta es que no, entonces probablemente tu hambre sea emocional. Déjame explicarte porqué. 

Imagina que estás en una isla desierta, no hay nada de comer y llevas días sin probar alimento. De pronto te encuentras una manzana, ¿te la comerías? 

La respuesta es obvia, te estás muriendo de hambre, entonces claro que te comerás esa manzana.  Pasa lo mismo con el día a día: si realmente tuvieras tanta hambre te comerías esa manzana. Si tienes hambre, y no quieres la manzana, probablemente sea un antojo o hambre emocional. Entonces, si la respuesta es que no quieres esa manzana. vamos al siguiente paso. 


Paso 2: 

Preguntarte a ti mismo: ¿qué es lo que estoy sintiendo en este momento?

Para responder a esta pregunta tendrás que hacer una pausa breve a lo que estés haciendo e intentar analizar que es lo qué está pasando. Así podrás identificar qué estás sintiendo. ¿Estás aburrido? ¿Tienes muchas cosas que hacer en este momento y estás procrastinando? ¿Te estás recompensando diciéndote a ti mismo que has hecho ya demasiado y te mereces ese postre? ¿Sientes ansiedad, estrés o miedo? Estas son las situaciones más comunes que conllevan al hambre emocional. 

A continuación, y antes de pasar al siguiente paso, te dejo una lista de las emociones más comunes que llevan al hambre emocional:

► Aburrimiento/procrastinación 

► Estrés 

► Miedo/incertidumbre 

► Enojo 

► Recompensa 

► Tristeza 

► Cansancio 


Paso 3: 

Tras identificar qué emociones estás sintiendo en ese momento, sigue otra pregunta y es: ¿qué te está detonante este sentimiento? Esto es muy importante y puede ser la parte más difícil de analizar por que hay muchas cosas que pasan en nuestro entorno, como el trabajo o problemas hormonales, problemas de pareja o familiares, etcétera. Pueden ser muchas cosas, por ello hay que intentar analizar todo lo que está pasando y todo aquello que pueda estar contribuyendo a que sientas esta hambre emocional.

Ahora bien, si te está costando mucho trabajo saber exactamente qué te lo está generando, puedes hacer una lista en donde te preguntes los motivos y causas que te estén llevando a sentir de cierta forma. Siempre ten en cuenta que pueden ser diversos factores pues no siempre solo es uno. Trata de identificar qué es lo qué más está contribuyendo a cómo te sientes y pregúntate: ¿si la situación fuera diferente te sentirías de otra manera? Descarta qué es lo que te genera y no las emociones que estás viviendo. 


Paso 4 

Esto podrá llevarte a la siguiente pregunta: ¿qué tendría que pasar para no tener este sentimiento? Y aquí es tratar de ver de la forma más fría qué podrías hacer para solucionar ese problema. 

Estos cuatro pasos y cuatro preguntas te ayudarán a identificar si tu hambre es emocional y qué lo está detonando. Va a ser el primer avance para poder trabajar en esto, que muchas veces puede parecer aún más complicado y complejo. Por eso, en Terapia de Apoyo, la misión es poder escucharte y ayudarte a entender que es lo qué está pasando en tu interior y por qué podrías estar sintiéndote de tal forma, así podrás seguir avanzando en tu proceso de transformación.