Carta a un futuro paciente
6 septiembre, 2021 por
L. P. Omar Segura

¡Hola!

¿Cómo estás? Espero que te encuentres muy bien. Me da gusto que te hayas dado la oportunidad de pasar un momento por aquí. Si estás teniendo dudas de si iniciar el tratamiento o no, esto que quiero contarte puede ser de tu interés. De entrada, el mero hecho que ya estés buscando información al respecto ya da indicios de que deseas realizar un cambio duradero en tu vida, eso en sí mismo ya marca una diferencia para poder lograrlo. 

No sé si ya habrás tenido múltiples tratamientos o esta será la primera vez que lo intentes. Pero si hay algo que nos atraviesa a todos en común, es el miedo de iniciar y la preocupación constante de no lograrlo. Muchos de los pacientes con los que he tenido la fortuna de trabajar me han dicho que hicieron tratamientos muy restrictivos y otros más fáciles de llevar. Los primeros describen lo restrictivo como; un castigo, tortuosos, como una penitencia que tiene que pagar para llegar a la meta. Los que hicieron un tratamiento “más fácil” fue con base a pastillas que aceleraban su metabolismo, por tanto, no se preocupaban por hacer dieta, no hacía falta más, tan sólo tomar la pastilla mágica. Déjame decirte que ambos puntos están abismalmente equivocados en cuanto a un cuidado de la salud. 

Por lo anterior, creo que es muy importante que sepas cuáles serían algunas de las posibles dificultades que enfrentarás a la hora de intentar un cambio de hábitos. De tal manera que eso te podría ayudar a tomar el tratamiento de una forma un tanto más tranquila. Por lo tanto, te hablarte acerca de la obesidad y las dificultades emocionales que uno se puede encontrar a la hora de iniciar un tratamiento. Ojo, no pretenderé irme a las estadísticas y a las enfermedades asociadas ya que seguramente tendrás mucha información al respecto. Lo que deseo es trasmitirte algunas implicaciones emocionales que se juegan a la hora de intentar bajar de peso (cambiar de hábitos). 

Cabe tener en cuenta que la motivación inicial hablará mucho de lo que se tiene que trabajar a lo largo del tratamiento para que este pueda llegar a su fin. Lo primero que te podría ser de ayuda es pensar qué buscas con el deseo de bajar de peso. ¿Mejorar la salud? ¿Verte mejor para un evento? ¿Para gustarle a mi pareja? ¿Para encontrar pareja? etc. Las preguntas pueden ser muy diversas ya que las motivaciones tendrán que ver con tu historia de vida. Una vez hecho esto, imagina que llegas a tu meta, que pudiste conseguirlo. ¿Qué seguirá para ti después de haberlo alcanzado? La respuesta podría ser un tanto obvia; mantenerme. Pero créeme, va más allá de eso.   

Valdría la pena hacerse una pregunta más; ¿Mis problemas con el peso impactaron en mis emociones? o ¿Mis emociones impactaron en mi cuerpo y me hicieron subir de peso? Quizá es algo que no te habías preguntado, o tal vez sí, pero no con el tiempo para meditarlo detenidamente. En lo personal creo que se juega en ambos sentidos. Es por ello que es mejor afrontar las dificultades desde diferentes frentes: Nutricional, físico y psicológico.  

Si te atreves a tomar la decisión de iniciar, de pedir ayuda, podrían presentar dificultades para apegarse a un tratamiento, a pesar de tener muchos deseos de realizar un cambio ya que en la mayoría de nosotros tendemos a autosabotearnos. Hacer un cambio de hábitos conlleva una pérdida, no sólo de peso, sino de una imagen internalizada que teníamos de nosotros, incluso a diferenciarnos del entorno familiar, cosa que no es nada fácil de hacer. Acceder a un reconocimiento de nosotros mismos puede llevarnos a un terreno en donde nos desconocemos y eso puede llenarnos de angustia. De ahí que no sólo basta con la mera intención de querer bajar de peso, sino que tiene que ver con enfrentarnos a nosotros mismos a nuestra historia de vida.

El poder tener un espacio psicoterapéutico en donde puedas hablar acerca de lo que te pasa, no sólo en tu día a día, sino en el cómo te vienes sintiendo a lo largo de los años, te podrá ayudar a hablar de tus miedos, tristezas frustraciones enojos, etc. Con ello seguro disminuirá la ansiedad, mejorará tu control de impulso, y seguro que podrás elaborar ciertos duelos que podrías estar cargando sin saberlo. Dar cuenta de lo que sientes podría darte la posibilidad de escucharte a ti misma, dejar de reprocharte por estar en tu actual condición y comenzar a entenderte; trabajar sobre aquello que te queja. 

Si llegaste hasta este punto espero que lo que leíste te haya sido de ayuda para motivarte a dar este gran paso. No te mentiré, no será un trayecto fácil, pero no quiere decir que sea algo imposible. Déjate llevar por la inercia del cambio y veamos que encuentras en el camino.

Especialista

Omar Segura

Piscólogo

Psicoterapeuta interesado en sacar lo mejor de las malas experiencias, para de ahí tomar la fuerza que le permita al paciente construir una mejor versión de sí mismo. Mantiene una empatía constante.  


L. P. Omar Segura 6 septiembre, 2021
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