El miedo es una de las tantas emociones que todo ser humano experimentamos, este nos puede ser útil para defendernos, salvarnos de situaciones en donde nos encontramos en peligro o, por el contrario, detenernos a hacer algo que deseamos, pero por miedo, no nos atrevemos a hacerlo.
Mientras escribo esto me viene a la mente, escuchado por pacientes en la clínica, como el miedo a generar alguna otra enfermedad por el sobrepeso u obesidad, los lleva a iniciar un tratamiento para perder peso y ganar salud, miedo a no ver crecer a sus hijos a causa de una enfermedad mortal, miedo a sentarse en una silla y que esta se rompa, pero durante el mismo, está la otra parte del miedo, la de no hacer o decir cosas por lo que pueda pasar, pensar o hacer sentir a otros. El espacio de Terapia de Apoyo es para eso, para hablar, a veces con miedo a decir algo, pero ese decir es tan valioso que, en su proceso de pérdida de peso, van a ganar no sólo salud física, como mencioné antes, sino seguridad y confianza que desencadenarán a su vez en salud mental. No sé si la palabra correcta será valentía, a decirle a otros lo que piensas, enfrentar, esa palabra tan recurrentemente, tal vez no dicha pero sí actuada, y al decir lo que sientes, empezando en un espacio de escucha y llevándolo a cabo en tu día a día, ya que decisiones y miedos casi todos los días nos enfrentamos a ellos.
Como podemos observar, el miedo puede ser tanto nuestro enemigo como nuestro aliado, En la medida que exista un compromiso con el proceso terapéutico, el conocimiento de sí mismo revelará las causas más profundas de nuestros miedos, logrando así disminuir los efectos e inhibiciones que nos impiden alcanzar una plenitud mayor en nuestras vidas. Los miedos, al habitar en nuestro interior, no hay forma de escapar de ellos ni de atacarlos frontalmente, la única vía para tratarlos es a través de un trabajo interno por medio de la palabra, pues aquello que es hablado y nombrado va perdiendo su fuerza para eventualmente ser dominado.
En ocasiones el miedo no es a algo del presente, sino de vivencias pasadas, pesadas, y que algo que sucede hoy, nos revive algo de ayer, a veces, algo que no sabemos por qué es, pero es. Eso que más miedo da decir, es de lo que más invito a hablar, no será fácil, pero valdrá cada palabra invertida, expresada. Que el miedo no te detenga a ser tú, a disfrutar a pensar-te, escuchar-te.
Especialista
Ariadna Villareal
Psicóloga
Psicóloga que da lugar a las emociones mediante la escucha de la palabra, para que no se queden sin ser vistas y tengan un medio para salir del cuerpo. Acompaña al paciente en un cambio real y significativo.