Es un trastorno en el cual la respiración se ve interrumpida por varios segundos, o incluso minutos durante el sueño. En el transcurso de estas pausas el suministro de aire no llega de forma adecuada a los pulmones, lo cual limita la oxigenación del cuerpo. Estas pausas pueden repetirse entre 10 veces o más en una hora, teniendo una duración aproximadamente de segundos o minutos, asimismo cuando la persona vuelve a respirar se produce un “ronquido” muy característico de este trastorno.


¿Cuáles son las causas?

El origen de este trastorno puede deberse a distintas causas que afecten a la vía respiratoria, por lo que conocer el origen nos puede ayudar a entender el factor causal.

► Consumo de relajantes, sedantes o alcohol: estos producen una relajación de la musculatura de la respiración, por lo cual es un factor determinante para la apnea de sueño.

► Obesidad: es una de las causas principales para la aparición de este trastorno debido al aumento de grasa en la zona de la garganta obstruyendo el flujo de aire.

► Tabaquismo: el consumo frecuente afecta a la garganta y a la mucosa nasal, inflamando la zona y evitando el flujo correcto de aire.

► Ronquidos: estos producen una irritación debido al mal paso de aire por la garganta, produciendo una inflamación.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas más frecuentes comprometen el rendimiento físico de forma general.

► Ronquidos fuertes.

► Mala calidad en el sueño y dificultad para mantenerlo.

► Riesgos de sufrir algún accidente laboral o de trafico.

► Dolor de cabeza e irritabilidad.

► Cansancio y somnolencia.

► Riesgos de sufrir síndrome metabólico.

¿Qué problemas se pueden generar por este trastorno?

Este trastorno puede provocar graves problemas en la salud de quien lo padece, afectando de manera gradual a el organismo por la falta de oxigeno necesario en las funciones internas. Entre las complicaciones más comunes se encuentran:

► Hipertensión: esto se logra por la presencia de las apneas, lo cual provoca una contracción en las arterias al mismo tiempo se eleva la tensión arterial. Si se extiende este padecimiento puede desarrollar enfermedades cardiovasculares como arritmias, insuficiencia cardiaca, ictus.

► Fatiga: debido a la mala oxigenación y el despertar repetitivo dificulta la capacidad de tener un sueño normal y reparador.

► Diabetes tipo 2: la apnea del sueño aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.

► Puede generar una mayor tendencia a padecer depresión o ansiedad: esto por lo somnolencia la cual aumenta la irritabilidad y el bajo rendimiento en el día a día.

Tratamiento

El diagnóstico de la apnea de sueño debe ser realizado por un especialista del área de la salud mediante un estudio de polisomnografía, con la exploración física y de hábitos del paciente y de los síntomas que se encuentren de manera regular.

Esto puede tener un tratamiento que se adapte a las necesidades de cada paciente:

► Dispositivos intraorales: son prótesis que se introducen en la boca durante el periodo de sueño, esto para mantener a la mandíbula en una posición adecuada, de esta manera se abren las vías respiratorias.

► Tratamiento con presión continua positiva en la vía respiratoria superior (CPAP): se trata de un sistema de ventilación mecánica que consiste en la colocación de una mascarilla nasal o naso bucal conectada a una máquina que bombea oxígeno (esto mientras se duerme).

► Cirugía: es necesaria en algunos casos, esto debido a la extracción de algún tejido sobrante en la garganta, corrección en la estructura de la cara (corrección de tabique nasal, extirpación de amígdalas).

Con ello se busca aliviar los síntomas para evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares o metabólicas que comprometan el funcionamiento del cuerpo y afecte la calidad de vida de las personas que lo padecen.