El día de hoy vamos a platicar sobre un tema que puede sonar un poco complicado, pero no se asusten. Este blog es para desentrañarlo en un lenguaje que todos entendemos: la diástasis de rectos.


¿Qué es la diástasis de rectos y cómo llegamos aquí?

Imagina a tus músculos rectos como compañeros de cuarto en un pequeño departamento llamado abdomen. Durante el embarazo, los pacientes con obesidad y sobrepeso, y las operaciones abdominales previas también pueden ser la causas, el útero puede estirar tanto esos músculos que parecen abrirse como cortinas en una mañana soleada. Y eso, es la diástasis de rectos. La "separación " entre esos compañeros de cuarto musculosos.


Síntomas que te hacen pensar: "¡Ah, algo anda raro por aquí!"

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu barriga parece tener un hueco o algo así? Ese es uno de los signos reveladores de la diástasis, también podrías experimentar molestias en la espalda baja, dificultad para mantener tu postura y, tal vez, la sensación de que tus entrañas van a salir, debilidad de la pared abdominal, dolor lumbar, incontinencia urinaria, incapacidad de realizar movimientos de flexión y baja autoestima en relación con la imagen corporal. No suena muy bien, ¿verdad?

Ahora bien, para esta patología existen tratamientos funcionales: ¡Cerrando esa separación! 

Aquí algunos consejitos prácticos que puedes realizar si es que percibes estos síntomas: 

Respira profundo: La respiración profunda no solo es buena para mantener la calma, también es un aliado para activar esos músculos abdominales. Inhala, exhala, activa zona del pecho y diafragmática.

Ejercicios de bajo impacto: Opta por ejercicios más amigables como las planchas modificadas o la elevación de piernas estando acostado boca arriba. Quizá sientas incapacidad de realizar movimientos de flexión, pero reduce la tensión sobre la línea media y eso te ayudará a mantener el peso. 

Caminar y fortalecer en el core:  La gimnasia abdominal hipopresiva, que son ejercicios específicos de esa zona, acompañada de un buen plan de fisioterapia donde se trabajará el fortalecimiento del abdomen de forma adecuada. Este es justo es de los músculos que mas se llegan a afectar. 

La ayuda de un fisioterapeuta: Aquí es donde entro yo en escena. Un fisioterapeuta puede personalizar un plan de tratamiento que se adapte a tus necesidades específicas. 

En resumen, no es el fin del mundo. Es solo un pequeño obstáculo que podemos superar. La diástasis de rectos puede ser un desafío, pero con paciencia, ejercicios adecuados y refiriéndonos a los especialistas adecuados, podemos cerrar esa brecha abdominal.