La apnea obstructiva del sueño (AOS) es un trastorno del sueño. Las personas con AOS tienen períodos en los que su respiración se detiene durante la noche. La AOS puede causar ronquidos, descanso insatisfactorio, somnolencia diurna, baja energía o fatiga, cansancio, insomnio inicial y dolores de cabeza por la mañana.
La Apnea del sueño es uno de los males silencioso que afecta al hombre en la actividad de reposo, las consecuencias a la salud son muy perjudiciales trayendo consigo deterioro de la actividad metabólica del organismo, actividad mental, funcionamiento cardiaco y respiratorio.
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Durante el episodio de apnea, la persona no puede respirar oxigeno ni exhalar dióxido de carbono. Esto resulta en una baja concentración de oxígeno y una alta concentración de dióxido de carbono en la sangre de la persona. Esta reducción alerta al cerebro de que debe reanudar la respiración y causa que la persona se despierte sobre-saltada (Cano-Pumarega, 2003).
Además de otros factores como la edad, sexo, menopausia, tabaquismo, o consumo de alcohol, la obesidad constituye un elemento de gran riesgo de desarrollo del SAOS multiplicando por 10 la probabilidad de su aparición. La distribución central de la grasa es el parámetro que mejor predice la existencia de SAOS en pacientes obesos. En consecuencia, el tratamiento de la obesidad resulta en una marcada mejoría del SAOS. Pérdidas en el peso del 10% se acompañan de reducciones del índice de apneas del 26% (Sánchez de la Torre, 2011).
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Es por ello que, en los últimos años, el sedentarismo, ha sido catalogado como uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Las enfermedades cardiovasculares están estrechamente unidos a una etiología principal, como pueden ser unos malos hábitos alimentarios y el sedentarismo. Así, la obesidad, diabetes mellitus y enfermedades cardiovasculares tienen muchos puntos de conexión y a la vez, parecidos intervenciones, todos encaminados a la necesidad de una adecuada alimentación y actividad física personalizada (Jeffery et al, 2003; Marti et al, 2008).
Es por ello que la fisioterapia juega un papel importante en esta enfermedad
- Terapia posicional (dormir en posición lateral puede ser eficaz, ya que se desplaza la lengua de la vía aérea y disminuye la probabilidad de obstrucción)
- Férulas de avance mandibular (dispositivo oral común para tratar la AOS) Así como el dispositivo de estabilización lingual
- Rehabilitación de los músculos orofaríngeos
- Actividad física, importante, al menos caminar como inicio 30 minutos recomendable
- Ejercicios respiratorios
- Educación y hábitos (levantarse siempre a la misma hora; acostarse sólo cuando se tenga sueño; acortar o eliminar la siesta diurna; ocupar la cama sólo para dormir; limitar o eliminar el alcohol antes de dormir; seguir un ritual para acostarse y levantarse de la cama si no se puede dormir)
Aurora Manzano
Fisioterapeuta
Comprometida en satisfacer e impulsar a las personas a realizar un cambio de hábitos a través del ejercicio. Apasionada por brindar grandes cambios a la salud de sus pacientes y entregada a motivar para no caer en sedentarismo.