¿Alguna vez te has preguntado por qué tu fisioterapeuta te toma los signos vitales en cada consulta? Bueno, la respuesta es sencilla. Los signos vitales muestran qué tan bien está funcionando nuestro cuerpo. Revisar tus signos vitales nos ayuda a tener un mejor control de tus parámetros y a identificar que tus funciones vitales se encuentren en óptimas condiciones durante el desarrollo del ejercicio.


Tensión arterial

Iniciaremos con la tensión arterial. Esta la podemos definir como la fuerza que ejerce la sangre contra la pared de las arterias. La tensión arterial necesita mantenerse en niveles considerados normales para que no se produzcan problemas de salud. Cuando estos niveles están por encima de forma frecuente, entonces hablamos de hipertensión. Mientras que, cuando están por debajo, se trata de hipotensión. 

Los valores normales según la Organización Mundial de la Salud  (OMS) van desde los 120/80 mm Hg hasta los 110/70 mm Hg. Con la integración y desarrollo de ejercicio estos valores pueden cambiar hacia lo positivo y así lograr que tu tensión arterial disminuya posterior a un esfuerzo físico. 


Oxigenación 

La saturación de oxígeno se puede describir como la cantidad de oxigeno que transportan los glóbulos rojos. Estos parámetros se pueden medir principalmente con un oxímetro de pulso y los valores normales van desde el 90% hasta el 100%. Al estos valores disminuir, puede entonces considerarse como una hipoxia, sin embargo, hay diversas enfermedades que pueden alterar la saturación de oxigeno como lo es la insuficiencia cardiaca, apnea del sueño o enfermedad pulmonar crónica. 

Durante el ejercicio es normal que notes una caída de 1 a 3 % de tu saturación normal, sin embargo, mientras mejor este adaptado tu cuerpo, mejor será la capacidad de captar oxígeno y procesar gases.


Frecuencia cardiaca 

La frecuencia cardiaca es la cantidad de latidos por minuto que realiza el corazón. Es importante tomar en cuenta que hay factores externos que pueden alterar la frecuencia cardiaca, como por ejemplo, la hidratación, la toma de medicamentos, el ambiente, o la intensidad y duración del ejercicio. El control de la frecuencia cardiaca durante el ejercicio es un aspecto clave para el entrenamiento, ya que los efectos que se produzcan a partir la incorporación de ejercicio, se verán reflejados a corto o largo plazo.


Es indispensable que previo al desarrollo de ejercicio estos parámetros puedan ser medidos para evitar que presentes algún tipo de síntoma, como lo podría ser el mareo, el cansancio, la falta de energía y hasta la irritabilidad. El conocer estos valores y su relación con el ejercicio te permitirá tener mejor control, e inclusive sentirte mejor con la incorporación de ejercicio y las adaptaciones que vaya teniendo tu cuerpo. Platica con tu fisioterapeuta en caso de que tengas alguna duda sobre lo descrito en este blog y te pueda orientar mejor.