La importancia de estar físicamente activo
27 julio, 2023 por
L.F. Ismael Netzahuatl
Ser físicamente activo es muy importante para mantener un buen estado de salud, prevenir la aparición de factores de riesgo de numerosas enfermedades crónicas y mejorar el curso de muchas de ellas.

A pesar de lo que comúnmente se piensa, llevar una vida activa no se reduce a realizar ejercicio físico unas horas a la semana, es algo más. Es encontrar en nuestra vida cotidiana el movimiento físico, evitando largos períodos de tiempo sin movernos. ¿Nos hemos puesto a pensar en qué invertimos nuestro tiempo cada día?

No hay que olvidar que mantenerse activo, además de estar relacionado con la mejora del estado físico, lo está también relacionado con el bienestar emocional.


¿Por qué hay que activarse?

La práctica de una actividad física provoca una serie de efectos en los diferentes aparatos y sistemas del cuerpo humano que son claves para el efecto sobre la salud a lo largo de la vida. Estos efectos se basan en los estímulos que provoca la contracción muscular: el tejido del músculo durante la actividad física se comporta como una verdadera glándula endocrina que produce sustancias que afectan a todo el organismo. 

Realizar actividad física beneficia a nuestra salud porque contribuye al peso corporal idóneo, mejora la masa ósea, la movilidad muscular, aumenta el autoestima, el bienestar emocional y mejora el rendimiento intelectual. Además, se fomenta en la mayoría de las ocasiones la sociabilidad. Para muchos aumenta la autonomía y la integración social.

Las múltiples obligaciones que tenemos a diario, estudios, trabajos, compromisos familiares, relaciones sociales.... Muchas veces hacen que releguemos a segundo término el objetivo que nos marcamos tan a menudo. Incorporar en nuestras rutinas un tiempo dedicado a nuestra salud. Es difícil encontrar en el día a día un espacio u horario para mantenernos activos. Sin embargo, podemos encontrar muchas oportunidades a pesar de los obstáculos.

A diario, a lo largo del día, tenemos muchas oportunidades para movernos: cuando vamos y volvemos del trabajo, en el momento de ir de compras, cuando vamos por los niños a la escuela o cualquier otra actividad cotidiana. Dejemos el automóvil, bajemos una parada antes del autobús y caminemos hasta nuestro destino.

El horario laboral ocupa una parte importante de nuestro día a día, pero dedicamos también mucho de nuestro tiempo libre a estar delante de una pantalla, dediquémoslo en su lugar a hacer otra actividad:

Si vencemos el cansancio inicial dedicando 10 minutos a caminar más cada día durante una semana, seguiremos probando a incrementar 10 minutos más la siguiente semana.

Si disponemos de un espacio y una silla, podemos hacer una breve rutina de ejercicios utilizándola.

Superemos la pereza, intentémoslo. Si nos movemos más apreciaremos los efectos, pronto veras el sentirte más ligero, dormirás mejor y sentirás mayor bienestar emocional.

Evita las jornadas largas en tu teléfono o al estar simplemente acostado, actívate por períodos cortos de tiempo, que te permitan sentirte más funcional. Establece alarmas, ponte una meta diaria, calendariza tus actividades, esto te permitirá tener un mejor control de tus tiempos.
L.F. Ismael Netzahuatl 27 julio, 2023
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