Ejercicio y menopausia
6 septiembre, 2024 por
L.F. Aurora Manzano
El ejercicio es una herramienta muy valiosa durante la menopausia. Puede ayudar a manejar muchos de los síntomas asociados con esta etapa de la vida y promover una buena salud, aquí te dejo algunos puntos clave sobre el ejercicio y la menopausia:

1. Control del peso: 
La menopausia puede estar asociada con un aumento de peso, especialmente en la región abdominal. El ejercicio regular ayuda a mantener un peso saludable y a reducir la grasa abdominal, de ahí la importancia de acompañarlo con un plan de alimentación, para beneficiar la sintomatología propia de esta etapa.

2. Salud ósea: 
La disminución de los niveles de estrógeno durante la menopausia puede llevar a una pérdida ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis. Los ejercicios de resistencia, como el levantamiento de pesas y las actividades de impacto como caminar o correr, ayudan a fortalecer los huesos y a prevenir la pérdida ósea.

3. Mejora del estado de ánimo: 
La actividad física puede ayudar a reducir el riesgo de depresión y ansiedad, que a veces se pueden intensificar durante la menopausia. El ejercicio libera endorfinas, que son conocidas como las hormonas de la felicidad.

4. Control de los sofocos y otros síntomas: 
Algunas investigaciones sugieren que el ejercicio puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los sofocos. La actividad física también puede mejorar la calidad del sueño y reducir el riesgo de problemas de sueño relacionados con la menopausia.

5. Salud cardiovascular: 
La menopausia puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El ejercicio aeróbico, como caminar, nadar o andar en bicicleta, es beneficioso para la salud del corazón.

6. Flexibilidad y equilibrio: 
El ejercicio también puede mejorar la flexibilidad y el equilibrio, lo cual es importante para prevenir caídas y lesiones a medida que envejecemos.

Para obtener los mejores resultados, se recomienda combinar diferentes tipos de ejercicio, como: 

Ejercicio cardiovascular: Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta, al menos 150 minutos a la semana.

Ejercicios de resistencia: Levantamiento de pesas o uso de bandas de resistencia para fortalecer los músculos y los huesos.

Ejercicios de flexibilidad: Estiramientos o yoga para mejorar la movilidad y reducir el riesgo de lesiones.

Recuerda siempre consultar con tu fisioterapeuta antes de comenzar cualquier nuevo régimen de ejercicios, especialmente si tienes alguna condición de salud preexistente. Adaptar el ejercicio a tus necesidades y preferencias personales es clave para mantener una rutina sostenible y efectiva.


L.F. Aurora Manzano 6 septiembre, 2024
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