La grasa visceral: ¿héroe o amenaza?
30 agosto, 2024 por
L. F. Manuel Sainz
Todos, absolutamente todos, en algún momento de la vida hemos generado la famosa “pancita” que en la fisioterapia la conocemos como ”grasa visceral”. Pero como el título nos lo indica, ¿es un héroe o es una amenaza para nuestra salud? Para comenzar, debemos plantearnos preguntas más serias respecto al tema, como por ejemplo:
 
¿Para qué sirve?
La grasa visceral cumple muchas funciones en el cuerpo, pero principalmente podemos mencionar dos: la protección del medio exterior y el calor corporal para mantener la temperatura de tu cuerpo. De aquí podemos seguir haciendo mas preguntas.
 
 Protección 
 
¿De que me protege tener mucha grasa visceral?
Sinceramente, no de mucho. Es importante para protegernos de un golpe, caída o accidente en general, donde la zona abdominal se vea involucrada ya que carece de una estructura de protección como los grandes músculos de la espalda o el pecho que protegen a la médula espinal y el corazón respectivamente. Sin embargo, sabemos que el tener un exceso de grasa visceral favorece la aparición de enfermedades que veremos mas adelante.

 ¡Pero tengo cuadritos!
Si en defensa a esto me dijeras que “tienes cuadritos”; está bien, tienes un abdomen fuerte. El mínimo de grasa visceral que nos marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), es de 1 y un máximo saludable de 9 (aquí no se verá un abdomen definido, pero estaremos sanos) y protegidos.

Siguiendo con la pregunta anterior, la grasa visceral nos ayuda a proteger órganos importantes como el hígado, el páncreas e intestinos, principalmente. Como sabes, no son cualquier cosa para tu cuerpo, de hecho, se llega a mencionar al intestino es como el segundo cerebro (hablaremos de este señor después). Pero lo anterior nos lleva a nuestra siguiente pregunta a responder…

  Entonces, ¿qué es mejor? ¿Tener o no tener grasa visceral?
Aquí la idea no es decirte qué es mejor, sino qué es lo sano. Además de los riesgos de salud que conlleva, ¡estos tampoco son un juego! 

Aquí te mencionaré algunos de ellos, solo para que te des cuenta de que vamos:  

Resistencia a la insulina
Hipertensión arterial
Síndrome metabólico
Diabetes mellitus tipo 2
 
Lo sano es encontrarnos dentro de un rango (entre 1 y 9) y un equilibrio correcto entre el ejercicio y la alimentación. Claro, según tus objetivos.
 
Vamos despidiendo a la Sra. Grasa Visceral
Por extraño que suene, la clave para bajar la grasa visceral es tuya. Debemos modificar hábitos de alimentación, ejercicio y sueño para que desaparezca. Está comprobado que el ejercicio aeróbico dosificado a tres veces por semana donde eleves tu frecuencia cardiaca a un 60% a 70%, reducirá un 45% la grasa visceral que posees.  Sin embargo, tampoco te emociones y quieras correr una maratón y que todo desaparezca. Para lograr esto, un profesional de la salud y el ejercicio (el fisioterapeuta), te debe guiar para que tu cuerpo tenga los cambios necesarios para lograr esta meta.

Es totalmente posible, pero si te lanzas al ruedo sin saber a dónde vas con exactitud, te puedes lesionar, no cumplir tus objetivos y tener consecuencias en tu salud.

Si tienes dudas, consulta a tu fisioterapeuta VIME, él podrá ayudarte a cumplir este gran objetivo. 

¡Éxito en tu tratamiento!


L. F. Manuel Sainz 30 agosto, 2024
Compartir
Archivo