Al final hice ejercicio
14 diciembre, 2023 por
L.F. Paula Palacios
La mayoría del tiempo siempre hemos tenido la idea de que la dosificación del ejercicio es quizá un número más o un numero menos, pues hacer ejercicio de una u otra forma tendrá un impacto en nuestra salud y esto en cierto punto es correcto. Pero no en el sentido que creemos.

El movimiento es algo sumamente importante en nuestro día a día y el ejercicio aún más. Son dos cosas que tenemos que diferenciar para poder entender porqué el ejercicio tiene miles de beneficios, y a su vez, porqué la actividad física es necesaria. 

Comenzaré hablándote un poco sobre nuestro pasado. El ser humano siempre se ha visto en la necesidad de moverse para poder avanzar, para poder trascender y evolucionar. Si nosotros nos quedamos quietos, eventualmente muchos factores impactarán en nuestra evolución y esto mismo pasa en una situación clínica. Por ejemplo, cuando tenemos una cirugía nos cuesta tanto trabajo volver a incorporarnos a nuestra vida diaria después de estar en un estado de reposo durante cierto tiempo. Otro claro ejemplo es una lesión. Cuando llegamos a sufrir un accidente, solemos no movernos y quedarnos quietos. Esto solo ayuda a un aumento del dolor, de síntomas y a retrasar el proceso de adaptación. Con esto no me refiero a que tenemos que correr posterior a la lesión, más bien tenemos que encontrar el movimiento que se adapte a nuestra necesidad (lesión) y así poder establecer el ejercicio que sea bueno para dicha afección. 

Entonces, sabiendo todo esto, hacer alguna actividad física sin motivo alguno quizá no siempre sea la mejor opción. Es decir, el que nos movamos será bueno, sin embargo, si no le damos un objetivo y una razón individual, no tendrá éxito y mucho menos será beneficioso para nuestra salud. 

Cada uno de nosotros somos diferentes y aunque en algunas cosas podemos asimilarnos con alguien más, siempre existirán factores que nos harán diferentes, y que bien o mal el ejercicio, será de ayuda. O en su caso, insuficiente. Es nuestra responsabilidad tener conciencia de lo que hacemos y por qué lo hacemos. 

Si nos preguntamos por qué la rutina de ejercicio de mi “amigo” (que es más grande que yo, que pesa más que yo y que hace actividad física más intensa que yo), no funciona conmigo (que tengo un cierto plan de alimentación, capacidad física, edad, y otros rasgos diferentes) entonces encontraremos la razón por la cual no me está funcionando.

En VIME los objetivos que tenemos con cada uno de los pacientes son individuales con base a la información personal y de las otras áreas de especialidad, así como objetivos propios para encaminar a los pacientes a una actividad física regular y crear ese hábito, pero ya con una consciencia y razón de ser.

Ahora bien, la correcta dosificación del ejercicio es fundamental para alcanzar resultados óptimos en términos de salud, rendimiento físico y prevención de lesiones.

Existen algunas razones principales por las cuales la dosificación adecuada del ejercicio es importante:


Prevención de lesiones:
Un exceso de ejercicio sin suficiente descanso puede aumentar el riesgo de lesiones, como distensiones musculares, desgarros o incluso fracturas. La dosificación adecuada permite que el cuerpo se recupere adecuadamente, reduciendo la probabilidad de lesiones relacionadas con el sobre entrenamiento.


Mejora del rendimiento: 
La dosificación adecuada del ejercicio implica un equilibrio entre la intensidad, duración y la frecuencia del entrenamiento. Un programa bien estructurado puede mejorar la resistencia, fuerza y la capacidad cardiovascular de manera progresiva y sostenible.


Adaptación del cuerpo:
El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a nuevas demandas físicas. La dosificación gradual permite que estas adaptaciones ocurran de manera natural, evitando el agotamiento prematuro.


Optimización de objetivos:
Dependiendo de los objetivos individuales, ya sea pérdida de peso, ganancia muscular o mejora del rendimiento atlético, la dosificación del ejercicio se ajustará para optimizar esos resultados específicos.


Salud mental:
El sobre entrenamiento puede contribuir al agotamiento mental y emocional. La dosificación adecuada del ejercicio incluye períodos de descanso y recuperación, lo que ayuda a mantener un equilibrio mental y emocional.


Salud cardiovascular:
La dosificación exacta del ejercicio también es crucial para la salud cardiovascular. Un programa bien equilibrado puede mejorar la función cardíaca y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.


Control del estrés:
El ejercicio es una forma efectiva de gestionar el estrés, pero demasiado ejercicio puede tener el efecto contrario. Una dosificación adecuada garantiza que el ejercicio contribuya positivamente a la gestión del estrés y el estado de ánimo.


Mejora de la calidad del sueño:
El exceso de ejercicio, especialmente justo antes de dormir, puede afectar la calidad del sueño. La dosificación adecuada del ejercicio puede contribuir a un sueño más reparador.


Para finalizar, la correcta dosificación del ejercicio es esencial para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos. Consulta a los profesionales para desarrollar un programa de entrenamiento personalizado y seguro, con el cual puedas seguir avanzando de manera positiva e impacte en tu salud.
L.F. Paula Palacios 14 diciembre, 2023
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