En VIME la fisioterapia y el área de psicología son importantes y grandes aliados. Ya que es imprescindible cuidar cuerpo y mente, tratando de mejorar los daños colaterales de ciertos descuidos, padecimientos emocionales o viceversa, complementando el trabajo del cuerpo con la psicoterapia.
No hay que olvidar que la imagen del cuerpo, definida como aquella representación que nos formamos mentalmente de nuestro propio cuerpo, constituye una base fundamental del sentimiento de identidad. Esta imagen es algo que nos acompaña (y se construye/modifica) hasta la muerte y va teniendo diversas transformaciones. Muchas de ellas a raíz de lesiones, aumentos o descensos de peso, cambios en el cuerpo o la transformación producto del paso del tiempo (cambios de la edad).
Todos los cambios descritos tienen un impacto particular en la mente de cada persona, por lo cual puede presentarse una amplia variedad de manifestaciones: desde procesos de duelo normal hasta el surgimiento de alguna psicopatología.
Para la fisioterapia, en VIME, el origen de muchas afecciones músculo esqueléticas puede venir de la psique y viceversa, es decir, existe una indiscutible relación entre cuerpo y mente.
De ahí la importancia de trabajar ambos aspectos para conseguir una recuperación completa.
¿Cuándo acudir al fisioterapeuta?
Es muy frecuente que acudamos con un fisioterapeuta tras haber sufrido algún tipo de lesión, ya sea una fractura de hueso, una tendinopatía, esguince, luxación, etc. Sin embargo, no solo deberíamos ver la fisioterapia como una salvación cuando algún tipo de dolor intenso nos incapacita para poder llevar a cabo nuestras actividades de la vida diaria. El principal beneficio que nos aporta se puede resumir en 5 palabras: mejora tu calidad de vida.
Acudir con cierta regularidad permite evitar precisamente que ciertos factores de riesgo pueden acabar desencadenando alguna lesión o dolor. Como todo en la vida, el mejor consejo es la prevención.
¿En qué casos puede ayudarte un fisioterapeuta?
Cuando se busca mantener hábitos adecuados, recuperar y mantener la movilidad, fuerza y estabilidad de diferentes partes del cuerpo. Como la espalda (este aspecto cobra importancia teniendo en cuenta que la mayoría de los dolores de espalda están causados por malas costumbres tanto en el trabajo como en casa), las articulaciones, musculatura, etc.
Con el paso de los años, nuestro cuerpo va perdiendo fuerza, por lo tanto, nuestros músculos y articulaciones también. Gracias a distintas técnicas de rehabilitación podemos mantener nuestro cuerpo en mejor estado durante más tiempo.
¿Cómo se combina el trabajo psicológico con el fisioterapéutico?
El trabajo interdisciplinario en VIME es fundamental para la atención del paciente con sobrepeso/obesidad, buscando un tratamiento integral de sus pacientes.
Cada día se va estudiando más el origen somato-emocional de los dolores en el cuerpo ya que tendemos a acumular angustias, heridas o traumas no procesados del pasado que acaban pasando factura en forma de tensiones y molestias en nuestro cuerpo. Por ejemplo, la fibromialgia, que a pesar de que han tratado de explicarla de diversas maneras, su etiología ha sido desconocida. Pero resulta paradójico, un dolor sin una lesión física que lo justifique. Hay que recordar que el dolor es una señal y el sufrimiento no es algo normal, por lo cual hay que descartar desde lo físico y clínico para ver si hay algo más emocional de trasfondo.
La combinación y acuerdos entre ambos tratamientos no solo ayudan a hacer y entender de manera positiva los cambios corporales y en la identidad. También favorecen a que los especialistas logremos vincularlos con el dolor y los padecimientos de los pacientes, haciendo un tratamiento más personalizado por las necesidades emocionales y físicas. Además, permite comprender como procesar el dolor, los cambios en el esquema corporal, la identidad a nivel concreto y a nivel emocional.
Especialista
Katya Mendoza
Fisioterapeuta
Fisioterapeuta egresada de la Universidad Tecnológica de México. Comprometida con el cuidado y la prescripción de ejercicio basada en las necesidades de cada paciente. Considera que el realizar actividad física y ejercicio ayuda a la estabilidad de una calidad de vida óptima.