Temporada de calor y alimentos
21 marzo, 2025 por
L.N. Edgar Zaragoza
Imagínate que después de un largo año con mucho trabajo al fin te vas de vacaciones. Ya lo tienes todo pensado. La playa, bronceador y los lentes de sol listos para olvidar la rutina y dejar el trabajo atrás, pero algo sucede. Al primer día ya estás con molestias gastrointestinales, diarrea y cólicos, hasta con deshidratación severa con diagnóstico del médico de farmacia. Te aseguro que la imagen está en tu cabeza ya te puso la piel chinita.

Pues bueno, esto es normal y se le llama
“diarrea del viajero”, y justamente se da por malas prácticas alimentarias, agua contaminadas que se consumen en el camino o en el destino turístico. Pueden ser bacterias o parásitos que se encuentran ya sea por la naturaleza del alimento o una mala manipulación de los alimentos, así como no cuidar las temperaturas de los mismos.

La combinación perfecta en cada verano para que enfermedades como la salmonela hagan lo suyo no es exclusiva de las playas, puede suceder en tu cocina si no tenemos un cuidado básico. Esto se llama enfermedades de transmisión alimentaria ya que las altas temperaturas favorecen el crecimiento bacteriano y la descomposición de los alimentos, provocando enfermedades gastrointestinales.

Los principales síntomas pueden ser diarrea, dolor abdominal, náuseas y escalofríos, para los cuales la atención médica oportuna es necesaria, así como hidratación. La diarrea provoca alteraciones en la superficie del intestino, entorpeciendo su trabajo de barrera y absorción, una disminución en la actividad de las enzimas intestinales como la lactasa (digestión de lactosa) y el barrido de toda la microbiota intestinal.

Estas enfermedades se pueden dividir en dos tipos:  

Infección: Cuando en el alimento se encuentran las bacterias, hongos, parásitos o virus causantes de la enfermedad.

Intoxicación: Cuando las toxinas producidas por estos agentes están en cantidades suficientes para causar una enfermedad, pudiendo estar presentes o no los microorganismos causantes.

Esto último quiere decir que aunque hiervas o vuelvas a someter a altas temperaturas un alimento dudoso, muchas toxinas pueden sobrevivir el proceso de calentamiento. Ante cualquier cambio de color, consistencia, viscosidad o textura, es mejor prevenir. Sobre todo revisando fechas de caducidad.

Las recomendaciones generales que puedo darte son:

Separar alimentos crudos de los ya preparados. Incluye verduras, carnes y pescados. Acomodando alimentos ya preparados en la parte superior.

Alimentos altos en carbohidratos y proteínas deben
ir refrigerados, es decir, lácteos, pastas y leguminosas.

Alimentos
ya preparados no pueden estar más de dos horas fuera de refrigeración.

Evitar consumo de carnes crudas. La cocción elimina microrganismos y parásitos.

La descongelación debe ser gradual. La descongelación de carnes se hace desde un día antes, pasando de congelador a refrigeración. Evite el chorro de agua, o meter en agua estancada.

Lavar utensilios de manera adecuada. Por ejemplo, si un cuchillo se usó para carnes crudas, debe lavarse adecuadamente si se usará en otro tipo de alimento.

Lavado de manos. Antes y después de ir al baño, antes de comer y manipular alimentos.

Lo importante es cuidar la salud desde todos los ángulos, si tienes más dudas puedes contactar a tu equipo. En VIME trabajamos para tu salud.
L.N. Edgar Zaragoza 21 marzo, 2025
Compartir
Archivo