Hablemos de migraña… ¿sabías que cerca del 14% de la población adulta sufre de migraña, que este número va en crecimiento y que es más predominante en mujeres? Es importante analizar y detenernos a pensar que las crisis de migraña pueden interponerse en las actividades diarias, disminuyendo nuestro rendimiento y evitando que continuemos con nuestra rutina. Aunado a que la migraña no controlada derivar a enfermedades más sensibles como la hipertensión arterial.
Diversos factores pueden desencadenar episodios de migraña, tales como factores ambientales (contaminación, zona geográfica) factores sociales (estrés laboral y emociones) y factores orgánicos como género, edad, genética, hormonas, y una de las más importantes, que pocas veces se le presta atención, la alimentación.
Hay diversos estudios donde se observa y confirma la relación entre la ingesta de nutrientes con la prevención o tratamiento de ciertos trastornos neurológicos como la depresión o en este caso, la migraña.
Aunque actualmente existen muchos tratamientos farmacológicos que se utilizan como tratamiento para los dolores de cabeza, las personas no muestran una disminución significativa en la frecuencia y gravedad de los síntomas si no hacen un cambio en el estilo de vida, tal como cambios favorables en alimentación, ejercicio, calidad de sueño y control de estrés.
Entre los factores de la alimentación, se ha observado que los ayunos prolongados son de las principales causas de la migraña, es casi igual que someterse a periodos de estrés. La falta de hidratación y el consumo de bebidas alcohólicas, sobre todo las bebidas destiladas (tequila, whisky, ron, vodka, etc) es la segunda causa más común de la migraña, seguido del consumo de alimentos fritos, capeados, empanizados, consumo de chocolate, queso, frutas cítricas, lácteos, glutamato monosódico que se encuentra y cafeína.
Y entre los factores que no necesariamente involucran la alimentación, se encuentra el estrés, conforme pasa el tiempo, suele ser más complicado controlarlo, sin embargo, se pueden tener diferentes herramientas como ejercicios respiratorios y ejercicio; cambios hormonales como uso de anticonceptivos o ciclo menstrual; aspectos psicológicos como depresión o ansiedad; fatiga o un sueño irregular; uso de tabaco y falta de ejercicio.
Es importante recalcar que los tratamientos farmacológicos son efectivos para este tipo de problemas, sin embargo, es importante resolver el problema de raíz para que vayan disminuyendo los dolores y cediendo.
Ahora hablemos de cuando la migraña ya está pasando y uno de los efectos más comunes son las náuseas y el vómito. Desde la alimentación, esta sintomatología se puede controlar o hacer más llevadera con hidratación adecuada, recuerda acudir a un especialista para saber tus requerimientos de hidratación, aunado al consumo de agua mineral y/o sueros orales.
Si necesitas atención especializada acerca de prevención y tratamiento de este u otros padecimientos, recuerda apoyarte de especialistas que te den un tratamiento personalizado a tus gustos y necesidades, sobre todo para mejorar hábitos de vida y bienestar.
Especialista
Valeria González
Nutrióloga
Especialista en Nutrición, creyente de que la alimentación es la clave para la prevención de enfermedades y de cuidar y amar el propio cuerpo. Entregada a su labor para lograr un buen trabajo en equipo, y con ello un cambio de hábitos que hagan un cambio en el estilo de vida de las personas.