La nutrición es un aspecto fundamental para mantener una buena salud y uno de los pilares de una alimentación adecuada es el manejo higiénico de los alimentos. Este concepto no solo se refiere a la limpieza de los ingredientes, sino que también incluye prácticas de almacenamiento, preparación y cocción que evitan la contaminación y promueven un entorno seguro para el consumo de alimentos.

La contaminación de los alimentos puede ocurrir en cualquier etapa de la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo de los alimentos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, millones de personas sufren de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados. Estas enfermedades no solo causan malestar gastrointestinal, como evacuaciones diarreicas, dolor abdominal, náuseas, vomito, cólico y fiebre, sino que pueden provocar complicaciones graves, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunitarios comprometidos.

Un manejo inadecuado de los alimentos puede dar lugar a la proliferación de bacterias como Salmonella, E. coli y Listeria. Estas bacterias prosperan en condiciones insalubres, y su presencia puede ser devastadora. Por lo tanto, la importancia del manejo higiénico de los alimentos radica en su capacidad para prevenir enfermedades, garantizar la calidad de los alimentos y fomentar un estilo de vida saludable.

Existen condiciones y medidas que deben estar presentes en todas las etapas de producción, almacenamiento, transformación, transporte, conservación y cocinado de los alimentos, para esto existen certificaciones para los prestadores de servicios de alimentos y bebidas para garantizar la salubridad de los alimentos, pero también hay pasos importantes que debemos aplicar en casa para asegurar un buen proceso en la preparación de nuestros alimentos. 

1. Limpieza y Desinfección

La primera regla en el manejo higiénico de los alimentos es la limpieza. Esto implica lavar las manos antes y después de manipular alimentos, así como limpiar las superficies de trabajo y utensilios que se utilizarán en la preparación de los alimentos. Además, es recomendable usar agua potable y jabón para lavar frutas y verduras, eliminando así cualquier residuo de pesticidas y suciedad.

2. Separación de Alimentos

Es vital evitar la contaminación cruzada que ocurre cuando los jugos de carne cruda entran en contacto con otros alimentos listos para el consumo. Para prevenir esto, se deben usar tablas de cortar y utensilios diferentes para carnes, verduras y otros ingredientes, reemplazarlas cuando estén gastadas. Además, los alimentos deben almacenarse en recipientes herméticamente cerrados, especialmente aquellos que pueden derramarse o contaminar a otros.


3. Cocción Adecuada

La cocción es una de las maneras más efectivas de eliminar microorganismos dañinos. Cada tipo de alimento tiene una temperatura interna mínima recomendada que debe alcanzarse durante la cocción. Por ejemplo, las carnes deben cocinarse a temperaturas de al menos 70°C para garantizar la eliminación de patógenos. Además, se recomienda utilizar un termómetro de cocina para verificar que se ha alcanzado la temperatura adecuada.


4. Almacenamiento Correcto

El almacenamiento inapropiado de los alimentos es otra de las causas de contaminación. Los alimentos refrigerados deben mantenerse a temperaturas por debajo de 5°C, mientras que los que se congelan deben estar a -18°C o menos. Es esencial etiquetar los alimentos con fechas de caducidad y consumir primero aquellos que estén más próximos a expirar. También es importante no sobrecargar el congelador, ya que esto puede limitar la circulación del aire frío y afectar la calidad del alimento.

Para productos de la despensa es importante que el espacio para almacenar los alimentos sea un lugar seco y fresco, que esté bien ventilado, no reciba la luz solar ni esté muy cerca de una fuente de calor.

5. Prevenir el Desperdicio de Alimentos

Una práctica higiénica no solo se trata de la salud, sino también de la sostenibilidad. El manejo adecuado puede reducir el desperdicio de alimentos. Aprovechar los restos de comidas y aprender técnicas de conservación, como el enlatado y la fermentación, son algunas estrategias que pueden ayudar en este sentido.

El manejo higiénico de los alimentos es una práctica esencial que no debemos pasar por alto. Proteger nuestra salud a través de la alimentación implica no solo elegir alimentos nutritivos, sino también asegurarse de que estos sean seguros para el consumo. 

En VIME sabemos que, al combinar prácticas higiénicas con un plan de alimentación especializado, se facilita un camino más seguro y sostenible hacia los objetivos de salud y bienestar. El manejo higiénico de los alimentos no solo es fundamental para mantener la salud y prevenir enfermedades, sino que también es un componente esencial en la efectividad de cualquier tratamiento orientado a la pérdida de peso, al final del día, una buena nutrición comienza con alimentos limpios y seguros, así que no olvidemos llevar a cabo estas prácticas en nuestra vida diaria.