Por fin llegamos a los últimos meses del año. Se vienen épocas de mucha diversión, compañía, intercambios y, por supuesto, comidas deliciosas que acompañan perfectamente las bellas memorias que crearemos junto a nuestros seres queridos. 

Uno de los grandes acervos culturales que tienen nuestro país es su gastronomía, siendo tan variada y vasta como su historia, sin embargo, para los pacientes que cursan un tratamiento que incluya la dieta cetogénica puede no ser tan emocionante como en años anteriores. Las restricciones alimentarias pueden generar perturbación de nuestro estado de ánimo, predisponernos a una actitud de rechazo al tratamiento, incluso a abandonarlo sin considerar las consecuencias negativas que tengan en nuestro cuerpo y objetivos de composición corporal.
    
El tratamiento en VIME implica modificar los hábitos que favorecen el aumento de peso por otros más saludables. De igual manera, llevar una dieta cetogénica es esencial para lograr una pérdida de grasa y el ejercicio recurrente mantiene un gasto calórico óptimo necesario para los resultados pero, ¿qué pasa si no puedo lograr que mi tratamiento coincida con las reuniones de fin de año?

La respuesta corta es que NO tienes que hacerlo ya que no es obligatorio, por lo tanto, exploraremos algunas estrategias que nos sirven para atravesar estas y otras celebraciones sin angustia o sufrimiento innecesario.

De acuerdo, imagina el siguiente escenario: Te preparas para asistir a una fiesta (posada, cumpleaños, brindis de trabajo, lo que gustes), donde sabes que estarán tus conocidos. Se servirán los platillos tradicionales que más te gustan, habrá postres y dulces de a montón, entre otros detalles que seguramente ya estarás pensando. El asunto es que esta vez la indicación es continuar en cetosis, y tal vez consideres la posibilidad de no disfrutarlo como antes… Desde aquí podemos aplicar lo siguiente: 


1) Recuerda que se puede sentir desmotivación: 

Primero que nada es normal sentirse bajoneado/a al restringirte, ya que se asocia la comida como algo indispensable para pasarla bien, aunque esto no es necesariamente cierto ya que hay más aspectos para disfrutar mientras estas en el lugar (la convivencia, el humor, compartir anécdotas, bailar, cantar, etc.).


2) Cambiar la perspectiva de tu experiencia: 

Enfocarse en lo que no puedes hacer detona mucha frustración, por lo que concentrarte en lo que sí facilita un estado de ánimo mucho más calmado. Acuérdate que estas en el tratamiento por algún objetivo, ya sea de salud o personal.


3) No negociar batallas perdidas: 

Seamos honestos, si comparamos comer pavo relleno con ensalada de manzana con una pechuga de pollo con lechuga y pepino, está claro que la balanza se inclina hacia un lado. Evita hacer comparaciones que te lleven a una decisión precipitada, sino date la oportunidad de disfrutar la convivencia de los dos estilos de alimentación y recordar que en este momento es diferente pero no es para siempre; en otra ocasión podrás hacerlo.


4) Observa el ambiente y anticipa:  

Recuerda que la comida en celebraciones como Navidad y Año Nuevo es muy condimentada, se acompaña con muchos complementos, así como está especialmente adornada para la celebración. ¡Nada nos impide adaptar esas estrategias a nuestros alimentos permitidos! Acércate a tu Nutriólogo/a para que te ayude con recetas o sugerencias de preparación para no quedarnos atrás. 


5) Toma tiempo para reconocer todos tus logros: 

Y por último, pero no menos importante, reconoce cada uno de tus logros, así sean mínimos (que no son). Decir que no a una copa de vino, llevar tu contenedor con tus alimentos pre-cocidos, platicar con tus seres queridos sobre tus planes con el tratamiento, no hacer ayunos por culpa o auto-crítica, TODO cuenta. ¡Felicítate al finalizar el día por todo lo conseguido!

Si has llegado hasta aquí, te deseo mucho éxito en este reto. Recuerda que también podemos apoyarnos de nuestro fisioterapeuta para ajustar una rutina de ejercicios que nos ayude a soltar el estrés de las épocas, y a cuidar nuestra masa muscular (este es otro tip). Mantener una comunicación efectiva con nuestro personal de la clínica nos puede facilitar mucho el momento.