Los refrescos son presentados por la industria como una alternativa a la hidratación (al igual que los jugos y el agua misma), sin embargo, realmente no lo son y debemos empezar a verlos más como lo que son: un lujo.
Estas bebidas tienen un alto contenido de azúcar y un nulo contenido de vitaminas, minerales o algún nutriente. O sea que son calorías vacías y cuyo único aporte es el de un exceso de energía al cuerpo. Además, sumamos que realmente no tienen un poder de saciedad. La saciedad es cuando el estómago mediante muchas señalizaciones le dice al cerebro que ya fue suficiente lo que hemos comido, como esto no ocurre con los refrescos, podemos tomarlos todo el día.
Los refrescos, en pocas palabras, tienen mucha azúcar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de azucares debe ser un máximo del 10% del consumo de calorías diarias (50 a 60gr de azúcar), y si es menos del 5% (25gr), ¡qué mejor! Si una lata de Coca Cola contiene 26gr de azúcar sería un consumo de la mitad del azúcar recomendada, y si una lata no es ninguna, y dos es una, ¿cuántas latas nos tomamos?
Las bebidas azucaradas (jugos y refrescos) sobre-estimulan la producción de insulina (es la misma que ayuda que el azúcar entre en nuestras células) en el páncreas, y también el aumento de la grasa en el cuerpo, provocando diabetes y triglicéridos altos.
Los dientes también sufren debido a que los refrescos dañan su esmalte debido a su acidez. Además de que si hay un antecedente de reflujo o gastritis, los síntomas empeoran. Tal vez no notas la acidez porque el exceso de azúcar disfraza su sabor.
¿Qué hay del exceso de sales? Los refrescos también tienen un exceso de ellas (sodio y potasio). Una lata de refresco tiene 35mg de sodio, tal vez creas que no es mucho, pero según la OMS el consumo de sodio debe ser menos de 2,50 mg. Para una persona con hipertensión o contraindicaciones médicas, cada gramo cuenta. Por si fuera poco, todos los alimentos ultra procesados (comida rápida, papitas, jugos, refrescos, etc.) ya tienen sal, entonces si sumamos de poco en poco, nos quedamos cortos.
Hay que tomar en cuenta que este exceso de sal nos puede llevar a formar piedritas en nuestro riñón. Su aparición puede ser dolorosa y muy poco cómoda, haciendo que visitemos al médico. Y si le sumamos la pobre hidratación que la vida diaria nos deja tener, no le damos descanso a nuestros riñones.
Entonces… ¿los refrescos light son buena alternativa? Aunque no aportan azúcar ni calorías como tal, siguen siendo refrescos. Quiere decir que siguen siendo muy ácidos y con una cantidad considerable de sales presentes. Si deseas utilizarlos como herramienta para pérdida de peso, esta debe ser evaluada por tu nutriólogo, y sobre todo, preguntarte: ¿los beneficios que aportará a mi plan de alimentación son mayores a las repercusiones a la salud?
Al cerebro le gusta el azúcar (glucosa) porque es su principal alimento y se pone feliz de recibirla porque quiere decir que hay alimento. Recordemos que nuestro cerebro cree que somos cavernícolas que batallan para encontrar alimento y le encanta acumular energía en caso de que llegue un tiempo donde que encontrar comida sea difícil. Pero el cerebro no toma en cuenta que hoy día basta con estirar la mano para encontrar todo tipo de alimentos en todas sus presentaciones, por tanto, almacenar tanta energía ya no es necesario. Por esto, los alimentos con un exceso de azúcar, como los mismos refrescos, deben tener un consumo consciente.
Pero, ¿por qué puede ser difícil disminuir su consumo? Pues bueno, porque saben bien, al consumirlos hay placer y el cerebro libera sustancias que nos hacen sentir bien. Queremos repetir la experiencia. Los refrescos, como otros alimentos similares, tienen el objetivo de sobre-estimular el paladar y dar un sabor único, que al compararlo con sabores naturalmente encontrados (frutas, verduras, agua simple) éstos palidezcan y que la comparación no sea justa.
Las recomendaciones de salud por parte de tu médico y nutriólogo son por un motivo y ese es mejorar y mantener la salud. Recuerda hidratarte principalmente de agua simple.
Especialista
Edgar Zaragoza
Nutriólogo
Nutriólogo egresado de la Universidad Tecnológica de México. Gusta de compartir su conocimiento para ayudar a la gente y así poder ser parte del cambio en la salud de sus pacientes. Tiene claro que ser parte del personal de la salud es un compromiso adquirido que debe ser respetado.