Como influye la alimentación en los ciclos circadianos y las hormonas
7 marzo, 2025 por
L.N. Karen Najera
Nuestro cuerpo funciona como un reloj biológico sincronizado con los ciclos naturales del día y la noche. La alimentación, los ciclos circadianos y las hormonas están profundamente conectados, y entender esta relación puede ayudarte a mejorar tu bienestar, energía y salud metabólica.


Pero, ¿qué son los ciclos circadianos?
Los ciclos circadianos son ritmos biológicos de aproximadamente 24 horas que regulan funciones clave en nuestro cuerpo, como la producción de hormonas, el sueño, la temperatura corporal y el metabolismo. Estos ciclos están influenciados por la luz, la oscuridad y las señales ambientales, incluyendo la alimentación.

Existen hormonas claves en el ritmo circadiano, nuestro sistema hormonal está intrínsecamente ligado a los ciclos circadianos. Algunas hormonas clave incluyen:

● Cortisol: Su pico ocurre en la mañana para darnos energía y desciende por la noche para facilitar el descanso.

Melatonina: Se libera al anochecer y promueve el sueño. La exposición a la luz artificial puede afectar su producción.

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Insulina: Regula los niveles de azúcar en la sangre y su sensibilidad varía según la hora del día.

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Leptina y Grelina: Controlan el apetito, están influenciadas por el sueño y la alimentación.

Es así como la alimentación tiene relación directa con los ciclos circadianos.

Lo que comemos y cuándo lo comemos puede impactar nuestro ritmo biológico y nuestras hormonas. Aquí algunos principios clave:

Sincronizar la alimentación con la luz natural, comiendo en horarios consistentes cada día. Adaptando nuestros horarios de trabajo o las actividades del día a los momentos en los que estamos despiertos habitualmente. Comiendo después de levantarnos y cada 4 horas como máximo entre cada tiempo de comida.

Exposición a la luz natural y regulación del apetito: Tomar sol por la mañana y reducir la luz artificial por la noche. La luz solar regula la secreción de leptina y grelina, hormonas que controlan el hambre y la saciedad. Pasar tiempo al aire libre mejora el metabolismo y equilibra el apetito. Así como disminuir la exposición en la noche a aparatos con luz como; focos, televisión, computadoras, tabletas y teléfonos móviles.

Reducir la ingesta de cafeína y azúcar en la tarde para evitar alteraciones en la producción de melatonina.

Priorizar alimentos naturales y evitar ultraprocesados, que pueden interferir con la señalización hormonal.

Evita los picos de glucosa a lo largo del día: evitando los azúcares refinados y harinas procesadas. Cuando comes carbohidratos de rápida absorción (dulces, pan blanco, bebidas azucaradas, alcohol), provocas picos de glucosa que afectan la insulina y alteran los ritmos circadianos. En su lugar, elige carbohidratos integrales y fuentes de fibra.

La alimentación, en sincronía con los ciclos circadianos y la regulación hormonal, puede mejorar significativamente la salud, mejorar la energía, la digestión, el bienestar y la calidad del sueño. Adoptar hábitos alimenticios alineados con nuestro reloj biológico nos permite optimizar nuestra energía, mejorar la digestión y prevenir enfermedades metabólicas; Apnea del sueño, Diabetes Mellitus tipo 2, Hipertensión, Insomnio, entre otras.

Al final, escuchar a nuestro cuerpo y respetar sus ritmos naturales es una de las mejores estrategias para vivir con mayor vitalidad y equilibrio. Recuerda que tienes el apoyo de tu especialista para resolver dudas acerca de tus ciclos circadianos y el impacto que tienen sobre tu salud.

En VIME, el nutriólogo busca orientar y adaptar la alimentación a estas recomendaciones ya que como especialista busca no solo la baja de peso, sino con la regulación de los horarios de comida, el poder lograr mejoras en todo el estado de salud, impactando de manera positiva en una sensación de bienestar general.
 
L.N. Karen Najera 7 marzo, 2025
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