Comer despacio: Una sencilla práctica con grandes beneficios
25 octubre, 2024 por
L.N. Karen Najera
¿Alguna vez te has preguntado qué tan común es que las personas coman rápidamente, sin prestar demasiada atención a lo que están consumiendo?

Existen diversos factores por los cuales suele ser una práctica muy cotidiana, como por ejemplo, las exigencias del trabajo, las responsabilidades familiares y la presión constante por aprovechar cada minuto del día nos llevan a comer de pie, frente a una pantalla o incluso mientras nos desplazamos. Sin embargo, tomarse el tiempo para consumir los alimentos de manera consciente y pausada tiene numerosos beneficios para la salud física y mental que no debemos ignorar.

1. Mejora la digestión: 
Cuando comemos con calma, damos tiempo a nuestro sistema digestivo para procesar los alimentos adecuadamente. Masticar bien los alimentos no solo facilita la descomposición de estos en partículas más pequeñas, sino que también permite que las enzimas digestivas actúen de manera más efectiva. Una digestión más eficiente puede ayudar a prevenir problemas como la hinchazón, el reflujo ácido y otros trastornos digestivos.

2. Mayor sensación de saciedad: 
Tomarse el tiempo para comer permite que el cerebro reciba las señales de saciedad que el cuerpo envía. Estas señales, que indican que estamos llenos, suelen tardar entre 15 y 20 minutos en llegar al cerebro. Si comemos demasiado rápido, es probable que consumamos más alimentos de los que realmente necesitamos antes de que el cerebro registre que estamos satisfechos. Comer despacio, por lo tanto, puede ayudar a controlar las porciones y evitar el consumo excesivo de alimentos.

3. Disfrutar el sabor y la textura de los alimentos: 
Cuando comemos rápidamente, muchas veces no préstamos atención al sabor, la textura y el aroma de los alimentos. Tomarse el tiempo para saborear cada bocado nos permite disfrutar más de la experiencia culinaria. Esta práctica no solo aumenta el placer de comer, sino que también puede llevarnos a hacer elecciones más saludables, ya que somos más conscientes de lo que realmente disfrutamos y apreciamos.

4. Reducción del estrés: 
Dedicar tiempo a una comida tranquila puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad. Comer despacio y en un ambiente relajado nos permite desconectarnos momentáneamente de las preocupaciones diarias. Además, al centrarnos en el acto de comer y practicar la atención plena, reducimos el ritmo cardíaco y favorecemos un estado de relajación que tiene un efecto positivo en nuestra salud mental.

5. Fomentar una mejor relación con los alimentos: 
Comer despacio y de manera consciente nos ayuda a desarrollar una relación más saludable con la comida. En lugar de ver los alimentos como un simple combustible que debemos consumir rápidamente para seguir con nuestras actividades, aprendemos a apreciar el acto de comer como una oportunidad para nutrir nuestro cuerpo y disfrutar del momento. 

6. Facilita la pérdida de peso: 
Tomarse el tiempo para consumir los alimentos puede ser un aliado en la pérdida de peso. Al comer despacio y permitir que el cerebro registre la sensación de saciedad, es menos probable que comamos en exceso. Además, al ser más conscientes de lo que estamos comiendo, es más fácil identificar y reducir las porciones de alimentos poco saludables, como los altos en grasas y azúcares.

Por aquí te comparto algunas recomendaciones que te ayudaran a comer más despacio y disfrutar la comida:

Mastica bien los alimentos: 
Intenta masticar cada bocado al menos 20-30 veces antes de tragar.

●Deja los cubiertos en la mesa: 
Entre bocado y bocado, deja los cubiertos en la mesa para evitar comer apresuradamente.

●Haz pausas durante la comida: 
Tómate unos segundos para respirar y disfrutar de la conversación si estás acompañado.

●Come en un ambiente relajado: 
Evita las distracciones como la televisión o el teléfono móvil para centrarte en tu comida.

●Practica la atención plena:
Sé consciente de cada sabor, textura y aroma de lo que estás consumiendo.

Por lo que tomarte el tiempo para consumir los alimentos no solo es un acto de autocuidado, sino una forma efectiva de mejorar la salud digestiva, controlar el peso, reducir el estrés y disfrutar más del placer de comer. En una sociedad que nos impulsa a hacer todo de manera rápida, es importante recordar que la forma en que comemos también influye en la calidad de vida. Así que, la próxima vez que te sientes a la mesa, respira hondo y disfruta cada bocado.

Recuerda que con el apoyo de tu Nutriólogo/a en VIME será más fácil implementar estas prácticas, poder llegar a tu objetivo de forma saludable y sostenible a la larga.


L.N. Karen Najera 25 octubre, 2024
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