Son temporadas difíciles, tienes muchas cosas que hacer y demasiado trabajo, pero la vida misma te ha exprimido mucho. ¿De dónde puedes sacar el ánimo y energía? De productos bebibles que te prometen alas, pues si, ¿no?
Las promesas son que básicamente te vas a sentir con más energía, más activo y alerta. Aún así, de todos los ingredientes que pueda contener una bebida energética, sólo la cafeína tiene el poder de “dar más energía”.
La cafeína y la vida diaria
El 90% de la población de occidente consume activamente café para despertar y hacer sus actividades diarias, pues la realidad es que la sociedad actual es una cuestión de 24 por 24. Nunca se detiene.
Una o dos tazas en la mañana, de cafetería o hecho en casa. Cada taza por lo general contiene 80 mg de cafeína, la cual te ayuda a iniciar el día o finalizarlo. Pero, ¿cuántas tazas necesitas?
¿Cuánta cafeína se necesita para obtener los beneficios independientemente de su fuente? Como por ejemplo tés, cafés, bebidas energéticas, etc. Pues varía de cada quien, su genética, la sensibilidad a la cafeína. Quiere decir que la cantidad de esta sustancia es capaz de producir un efecto en el cuerpo, y varía de cada quien. Dependerá de la velocidad del hígado para metabolizar la cafeína y qué tan sensible sea el sistema nervioso a esta sustancia, pues es el lugar donde principalmente hará efecto.
Por otro lado, tenemos la tolerancia la cafeína, que quiere decir que cada vez se necesita más de esta sustancia para generar cierto efecto. Cayendo en una espiral de “es necesaria más cafeína” para poder lograr lo que al principio se producida con menos cafeína.
Si sabemos que la cafeína actúa en cada quien, de manera individual, dependiendo de la cantidad, habrá personas que con poca cantidad sentirán temblores, nerviosismo, tal vez ansiedad, así como elevar la presión sanguínea. Los beneficios van a ir de persona a persona. Sobre todo, tomando en cuenta estos efectos, podemos deducir que, en personas ansiosas, con insomnio, o cuestiones cardiacas, es mejor esperar la opinión del médico.
Energía enlatada
La variedad de bebidas energéticas es mucha, desde latas grandes hasta las consideradas “shots” por su alta concentración de cafeína. Si leemos la etiqueta, su ingrediente estrella es la cafeína, después taurina, ginseng y algún otro ingrediente milagroso. Como se mencionó, de estos, sólo la cafeína tiene el factor estimulante.
La taurina es un aminoácido que encontramos en nuestro cuerpo, en los músculos, esta de manera muy abundante. Pero en el caso de una bebida energética no se ha demostrado que tenga algún beneficio en especial. Así como el ginseng, ninguno realmente tiene un beneficio demostrado científicamente.
Puede tener o no azúcar, dependiendo de la elaboración, pueden tener edulcorantes (sustitutos de azúcar) para dar sabor dulce. Sabemos muy bien que al cerebro le gusta el azúcar, pero al final, son sólo calorías vacías que no nos traen un beneficio real.
Dependiendo de la marca es la cantidad de cafeína que puedan tener. Tomando en cuenta que, como se dijo una taza contiene 80 mg de cafeína, una lata de cualquier marca puede contener una cantidad similar, duplicarla, o tener hasta cuatro veces o más esa cantidad.
¿Cuánta energía quieres tener?
Entonces, dependiendo de tu sensibilidad a la cafeína, qué tan habitual es para ti el consumo de la misma y la reacción que tengas, son las latas que podrías consumir, y también tomando en cuenta el porqué. Acorde a investigaciones, el límite promedio de un adulto de cafeína es de 300 mg por día, la cual no quiere decir que debas consumirla de golpe. Una sugerencia puede ser consumirla a lo largo del día y tomar en cuenta otras fuentes de cafeína en la dieta.
Por ejemplo, dos latas de refresco de cola contienen lo mismo que la taza de cafeína ya descrita (80 mg). O el té verde, por ejemplo, tiene 18 mg/100 ml de cafeína. Lo cual puede hacer que pasarse de cafeína sea muy fácil, y presentar síntomas no deseados.
Bebidas energéticas y alcohol
Se sabe que las bebidas y alimentos con cafeína son estimulantes, por eso las buscamos. Y el alcohol es un depresor (reduce la actividad del sistema nervioso), lo que ya podemos intuir que de cierta manera tienen efectos contrarios.
En una reunión alguien hace a un lado su bebida para destapar una lata con una etiqueta llamativa, que intuimos es una bebida energética. Lo hace para mantenerse activo y que el alcohol no haga efecto tan rápido. Nada cerca de la realidad porque lo único que está teniendo es una ilusión en la mejora de los reflejos ya adormecidos por el alcohol y una sensación de despertar. Hacer esta combinación nos puede llevar a presentar cefaleas (dolor de cabeza), ritmo cardíaco acelerado, entre otros temas de salud. Al elevar el consumo de alcohol existe la sensación de una mayor tolerancia a este, llevando a un mayor consumo. Si le añadimos que ambas sustancias son diuréticas, la deshidratación será aun mayor.
Un poco de cafeína antes de entrenar
Las bebidas energéticas no sirven para reponer líquidos y no son hidratantes, al contrario, son diuréticas y puede exacerbar un estado de deshidratación. Aun así la cafeína puede mejorar el desempeño en el ejercicio, pero siempre en las cantidades correctas, cuidando las reacciones, y sobre todo bajo supervisión.
Bebidas energéticas y la vida diaria
La publicidad puede ser engañosa, a veces no tanto por lo mencionado, sino con lo que se omite. No toda la verdad está escrita. No hay evidencia científica que sustente como tal todos los beneficios que dicen tener, o los efectos adversos. Lo que sí es cierto es que, como todo, siempre debe ser con moderación, y si es posible, buscar alternativas de fuentes de cafeína.
Para aclarar siempre tus dudas acércate a tus especialistas, ellos van a buscar orientarte de la mejor manera, sobre todo en temas de salud.
Especialista
Nutriólogo egresado de la Universidad Tecnológica de México
Edgar Zaragoza
Nutriólogo egresado de la Universidad Tecnológica de México
CED.PROF.: 10746678
Gusta de compartir su conocimiento para ayudar a la gente y así poder ser parte del cambio en la salud de sus pacientes. Tiene claro que ser parte del personal de la salud es un compromiso adquirido que debe ser respetado.