¿Somos lo que comemos?
11 agosto, 2023 por
L.P. Paola Rojas
Quizás has escuchado con frecuencia la famosa frase: “eres lo que comes”. Pero… ¿Esto es realmente cierto? ¿De dónde viene dicha afirmación? 

Esta famosa expresión fue dicha por primera vez por Ludwig Feuerbach (filósofo y antropólogo alemán) en su escrito “Enseñanza de la Alimentación”. Escribió originalmente esta frase como una crítica a la visión que tenía la iglesia durante el siglo XIX, donde refería que los seres humanos únicamente necesitábamos pan y agua para poder vivir (el alimento del alma). Pero Feuerbach defendía el derecho de las clases sociales vulneradas a tener una buena alimentación. 

Y es que, si lo pensamos de la siguiente manera, cada persona se alimenta de acuerdo a su estilo de vida, experiencias, ideologías, estatus social, cultura, e incluso personalidad y esto finalmente tiene fuerte impacto en nuestra salud física y emocional. Por ejemplo, una persona cuyo ambiente laboral no favorece a tener horarios establecidos de comida, genera ansiedad y sedentarismo, entre otros, dará como resultado una persona que no cuida su alimentación y termina optando por opciones rápidas y poco nutritivas lo cual a mediano y largo plazo afectará de manera significativa a la salud de dicha persona y al adecuado desempeño cerebral. 

El cerebro está formado por millones de neuronas que forman una red conectada y se comunican entre si a través de los neurotransmisores, los cuales son responsables de funciones cerebrales muy específicas tales como:

  Movimientos involuntarios y voluntarios
  Inteligencia
  Memoria
  Atención
  Coordinación 
  Emociones
  Procesa información que recibimos a través de los sentidos, entre otros. 

Por lo tanto, cuando tenemos una mala alimentación, podemos ocasionar que el desempeño de los neurotransmisores sea deficiente, provocando el mal funcionamiento de nuestro cerebro y también de nuestro organismo; reflejándose en situaciones tales como:

  Falta de energía
  Pérdida de la memoria
  Fallos en la concentración 
  Insomnio
  Irritabilidad 
  Depresión
  Ansiedad 
  Apatía, etc…

Es por esto que la nutrición sana y balanceada nos dota de un mejor desempeño cerebral que traerá como consecuencia un estilo de vida mucho más saludable y satisfactorio y favorecerá en:

  Mejorar la memoria
  Mejorar la concentración 
  Mejorar el estado de ánimo
  Protegerte de enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o demencia
  Prevenir enfermedades cardiovasculares 
  Mejorar los ciclos de sueño
  Mejorar el desempeño de otros órganos, etc… 

Así que la próxima vez que ingieras alimento, recuerda que no solo estás “llenando” tu estómago, sino que estás nutriendo a tu cerebro y estás actuando en pro de tener un estilo de vida mucho más saludable y funcional. 

L.P. Paola Rojas 11 agosto, 2023
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