Los secretos y sus (d)efectos
21 abril, 2023 por
L. P. Ricardo Torres
Recientemente pensaba en el valor y la función de los secretos en nuestras vidas. El cómo un secreto puede tener monacatos tan importantes en la vida; la menta en la que trastoca relaciones con los otros, con uno mismo, con su cuerpo y hasta con su entorno. Porque un secreto encubre una verdad para alguien, incluso hay gente que se va de este mundo sin saber cosas, o al revés, hay gente de la que nos despedimos sin decirle algo. 

Y es que la palabra se cubre con un velo que, a su vez, deja ver algo de eso que está escondido. Y los efectos pueden ser varios; una enfermedad, por ejemplo, de la cual no se habla y que por tanto no se atiende. Eso puede conllevar un desenlace fatal.  O los secretos de familia donde se encubre a un padre o una madre ausente, lo cual puede llevar a configurar una serie de complicaciones en la vida de quien no lo sabe y lo padece; los abusos de cualquier índole, vividos en la niñez, adolescencia o adultez. Estos también tienen consecuencias en el cuerpo, por ejemplo, la obesidad, bulimia o anorexia, las lesiones corporales, etc. 

Y es que un secreto es no contar con una pieza del rompecabezas en la vida de un sujeto. Esto me lleva a pensar que en realidad no hay vidas completas, no hay tableros con todas las piezas. Siempre habrá lugares faltantes, zonas donde no se sepa del todo y esto desde el psicoanálisis se puede pensar en aras del trabajo de cada paciente. No es lo mismo una falta que un vacío; este último representa una nada, un lugar donde no hay nada. Pero una falta permite llevar una vida que se moviliza con la finalidad de darle un sentido a ese espacio; un espacio que puede alojar una pieza distinta, preguntas, respuestas, tranquilidad, salud, etc. 

Lo pienso con el “puzzle” donde hay 16 casillas, pero solo hay 15 ocupadas. Porque la finalidad es que haya una pieza faltante para crear secuencias diversas. Pareciera que de eso se trata cuando algo falta, como en el trabajo de un duelo, es saber llevar una vida con esa falta. 

Esto con la alimentación y el cuerpo tiene todo que ver, pues en la clínica existen esos huecos en las historias de vida de las personas que acuden a tratamiento. Hay ocasiones en donde el tener en secreto, una vivencia, un abuso, o un evento traumático, puede conllevar a somatizar esto con alguna enfermedad. O por el otro lado, intentar llenar esos vacíos con comida, un exceso de comida que intente dar sentido a todo. 

Cuando la palabra no alcanza, sin embargo, siempre habrá algo de riesgo en torno al cuerpo y a la salud.

Por eso la importancia del trabajo en el espacio psicológico con la palabra, pues una palabra puede dar un sentido distinto a eso que no se ha hablado. En ocasiones son los únicos espacios donde cada quien habla de cosas que no se atreve a decirlas afuera del consultorio, y esto, aunque solo es el inicio, tiene efectos de alivio para quien carga en sus espaldas un secreto, o un no saber.

L. P. Ricardo Torres 21 abril, 2023
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