Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023) el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, teniendo como causa fundamental un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Como consecuencias comunes existen diversas problemáticas como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer.
No obstante, la obesidad y el sobrepeso se constituyen como enfermedades o síndromes que van más allá de la anterior descripción, en las que no solo se incluyen el exceso de calorías como causas. Por ello se hace necesaria una comprensión multifactorial que de visibilidad a otros aspectos como la falta de actividad física y los hábitos nocivos para la salud, como el tabaquismo y el alcoholismo, así como la desorganización y desestructura en la rutina de vida como con la ausencia del establecimiento de horarios para comer.
También entra en juego el consumo excesivo de alimentos procesados que refleja la vida acelerada y apresurada con la que se suele vivir y sobre todo impaciente e intolerante con la que se puede estar. La sobreingesta de alimentos tampoco puede faltar debido a la dificultad para lidiar con afectos displacenteros como la angustia (afecto necesario para la vida) o en muchos casos como compensación y sustitución de carencias y conflictos emocionales, muchos de los cuales resultan inconscientes.
Así mismo, resulta fundamental hablar sobre las consecuencias que no solo atañen a las enfermedades médicas (lo cual de por sí ya es preocupante y riesgoso para la salud), sino que también es necesario incluir en los discursos aspectos del orden anímico y emocional, esenciales para sentir estados de bienestar.
La autoestima, que engloba el cómo uno se percibe y sobre todo cómo uno se valora; al tiempo, que incluye la percepción y valoración de los otros; los sentimientos, sean de logro y capacidad para enfrentar los retos y dificultades de la vida; la disposición, para experimentar afectos agradables y disfrutar de sensaciones placenteras en situaciones comunes. Como con la vida sexual o el desarrollo de vínculos en las relaciones interpersonales y sus distintas manifestaciones como la amistad, familia, pareja o comunidad, solo por mencionar algunas situaciones que son ensombrecidas, mermadas y deterioradas por el grave problema del sobrepeso y/o la obesidad.
En este sentido, aunque la lista de efectos y consecuencias emocionales podría ser interminable, todas podrían englobarse y llegar al mismo lugar desesperanzador y poco habitable para cualquier individuo, deprimente y desafortunado. El lugar del malestar y sufrimiento en el que parecieran no existir posibilidades ni otros caminos o rumbos por tomar, en el que el cuerpo queda doliente y la mente atormentada, en el que la existencia duele.
Especialista
Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México
Eduardo Hernández
Psicólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México
CED. PROF.: 10596193
Psicólogo clínico y psicoterapeuta psicoanalítico. Considera que una parte fundamental de la calidad de vida es la atención de la salud mental y el bienestar emocional. Con su escucha y labor acompaña a sus pacientes en la comprensión de su mundo interno y emocional, en la búsqueda del origen de los conflictos que les que causan malestar y sufrimiento y en el entendimiento de la manera en el que se desarrollan en la vida frente a las problemáticas cotidianas.