En algunas ocasiones en consulta me he topado que los pacientes llegan en una monotonía. No hay motivación; de alguna manera se han acostumbrado a la vida que viven y que muchas veces llaman normal, y que es muy valido si es lo que uno quiere. La situación es que muchas veces no es así simplemente van como en automático. 

La ilusión en general es muy importante ya que incluso puede ayudarnos hacer frente a las adversidades. Ya que nos protege en el desarrollo emocional, por ejemplo, en la confianza en uno mismo. Además de que nos ayuda a alcanzar metas y crecer personalmente. Pero lo más importante es que nos ayuda a no rendirnos incluso cuando las circunstancias no son favorables. 

Pero la falta de ilusión puede tener repercusiones importantes en la salud física y mental, como problemas de sueño, fatiga crónica y debilitamiento del sistema inmunológico. 

¿Pero qué hacer cuando siento que me falta o que no tengo ilusión de nada? 

¿Cómo redescubrir lo que me ilusiona? 

Y la cuestión aquí es poder reconectarse con esa parte de uno mismo. Muchas veces esperamos que aparezca como por arte de magia, pero no es así, hay que hacer cosas para poder despertarla. Ponernos a reflexionar qué nos motiva y llena de energía, o ver cuáles son nuestras expectativas requieren un trabajo constante lleno de compromiso, con nuestras emociones y nuestras prioridades. 

Estos son algunos pasos que te pueden ayudar a recuperar tu ilusión si es que sientes que algo falta.  

1.- Reconectarte con tus valores. Pregúntate qué es lo que es realmente importante para ti. Puede ser el amor, la familia, la creatividad, la fe o la búsqueda de conocimiento. Este primer paso es esencial para alinear nuestras acciones con nuestras prioridades. 

Te aconsejo que te tomes un tiempo para anotarlos ya que así podrás ver cómo estos pueden ayudarte a tomar tus decisiones en el día a día. Te puede ayudar a reconocer lo que es importante para ti y lo que los demás esperan de ti.  Te ayudara a dar sentido y propósito 

2.- Trabajar la gratitud, ya que en un mundo donde estamos bombardeados de información con la que compararnos, por ejemplo, las redes sociales o todos los deberes que tenemos que hacer se nos olvida enfocarnos en que si tenemos aquí y ahora.

3.- Establece meta pequeñas y alcanzables. Uno de los errores más comunes es enforcarnos en metas grandes y ambiciosas olvidando que es un esfuerzo sostenido. Comencemos con dividir las metas en pequeños pasos concretos ya que cada paso que concretas se convierte en una fuente de motivación inmediata refuerza tu confianza y alimenta la ilusión y ya hay más sentido de control. No se trata de avanzar rápidamente sino consistentemente.  

Hay que aprender a reconocer nuestros pequeños avances ya que son el camino a nuestros grandes logros. 

4.- Cuida con quién te relacionas. Ya que influirán en nuestras emociones y en nuestra percepción de las cosas. Gente que te permita ser la mejor versión de ti mismo y se alinee con tus valores. No significa que dejes a gente en los momentos difíciles pero que si seas consiente quienes aportan energía positiva en tu vida. Construir una red de apoyo emocional, es decir, personas que te ofrezcan un espacio seguro para compartir tus metas y tus logros. Gente que ve oportunidades en los desafíos es más fácil ser resiliente y encontrar soluciones creativas. 

Las aspiraciones no solo vienen de celebridades, sino de las personas comunes que nos muestran que nuestras aspiraciones son posibles. 

5.- Enfócate en el presente. Muchas veces estamos muy enfocados en que es lo que deparara el futuro y se nos olvida disfrutar el presente. Una buena herramienta para enfocarnos en el presente puede ser la conciencia plena, esta se puede trabajar con la meditación mindfulness. 

Esto no significa abandonar tus metas, significa poder disfrutar el camino hacia ellas. Enfocarte en el presente te ayuda a disminuir la ansiedad de las posibilidades catastróficas, te ayuda a ver lo que, si puedes controlar y disminuye la sensación de descontrol, te da una sensación de calma. Además de ayudarte a recuperar tu ilusión también te ayuda a una sensación de bienestar general. 

6.- Celebra tus logros. No subestimes el de celebrar el cada uno de tus avances, ya que celebrarlos es una manera de reafirmar tu capacidad para avanzar hacia tus metas. 

Las celebraciones no tienen que ser grandes, costosas o compensatorias, puede ser tomarte un momento para disfrutarlo, compartirlo con un familiar o un amigo. 

Celebrar tus logros no solo implica el resultado sino también valorar el proceso. Muchas veces nos enfocamos tanto en una meta que no reconocemos la energía y el esfuerzo que implica el camino. Cada paso que das, cada obstáculo que superas merece ser reconocido como parte fundamental de tu crecimiento. 

En VIME sabemos el trabajo y la energía que cuesta proponerte hacer cambios, por eso es el área de Terapia de Apoyo estanos para ayudarte de pasar de la reflexión a la acción.