¿Cómo es posible que las emociones se puedan digerir?
19 mayo, 2023 por
L.P. Abigaille Ortíz
El ser humano de manera temprana se encuentra con experiencias placenteras y displacenteras. Por ejemplo, se sabe que un bebé puede sentir un cólico por motivos de que el alimento avanza deprisa en el tracto digestivo o hay una digestión incompleta. La respuesta de ese bebé será la incomodidad, el dolor y por ende, el llanto. Por lo tanto, esta experiencia es algo que no se puede comprender y requiere sacarse del cuerpo ya que también genera un alto nivel de tensión emocional, de ansiedad y de enojo.

Será la figura materna, o quien proporcione esos cuidados, él o la encargada de atender tanto las necesidades fisiológicas cómo anímicas que requiere ese bebé, ya que a causa de las sensaciones internas que no puede lidiar solo requerirá de la función de contener y procesar esta experiencia emocional que le dota el encuentro con ese otro. 

Aludiendo a este ejemplo, lo mismo acontece cuando hablamos de estados emocionales donde es complejo el poder experimentar emociones que generan incomodidad, dolor y que se requiere expulsar de la mente. Sensaciones internas o procedentes del exterior con las cuales no puede lidiar solo puede deshacerse de ellas, es decir expulsarlas, o más bien expulsar la parte que las puede percibir. [ Riesenberg-Malcolm, Ruth. (2001). “Cap. 12, Bion’s theory of containment”. En: Kleinian Theory: A Contemporary Perspective, Edited by Catalina Bronstein. London: Whurr Publishers. Págs. 165-180.]

Por ejemplo, una paciente llegó a consulta mencionando a su nutrióloga que tuvo diarrea todo el fin de semana, los alimentos daban náuseas. “Me dolía la cabeza y no tenía energía. No pude soportarlo y comí alimentos fuera del plan como gelatina, pan tostado, fruta.” Lo que ella deseaba era calmar la sintomatología, quitar el dolor que se considera que proviene de lo físico sin conectar que durante ese fin de semana tuvo dificultades con su pareja. No obstante, lo particular es que no verbalizaba esta dificultad, sino que trataba de solucionarlo por sí misma o evitarlo del todo. 

Es en el área de Terapia de Apoyo donde se puede dar cabida a comprender los motivos por los cuales se permanece en silencio y aquello que no se puede alcanzar a metabolizar (procesar mentalmente) desembocando en una indigestión mental. Emociones como el enojo, tristeza y el miedo requieren ser expulsados de la mente y pueden mirarse reflejados en la sintomatología física que la invadió durante ese día sumado a la dificultad de darle palabra a aquello que le represento un estado de tensión emocional. 

Durante el proceso en VIME se pretende que se construyan hábitos de cuidado tanto en la alimentación y la atención al cuerpo. A la par, a través de la escucha y descripción de los estados emocionales por parte de un psicoterapeuta puede facilitar el construir una comprensión de lo que sucede a nivel emocional ya que esto propiciará la metabolización de aquellos aspectos que generan frustración y dolor. De esta forma, se permitirá transitarlos de una manera distinta y no a costa de experimentar síntomas físicos.
L.P. Abigaille Ortíz 19 mayo, 2023
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