Al hablar de sexo podemos encontrar infinidad de mitos relacionados a él, uno de ellos y que es muy común dentro de la cultura popular, es si el sexo también cuenta como ejercicio. Efectivamente, al igual que los entrenamientos de cardio o de fuerza, el acto sexual genera un gasto calórico en mayor o menor medida que hace que sudemos y, al finalizar, sintamos una descarga de dopamina similar a cuando terminamos de hacer actividad física.
Sin embargo, esto no siempre se cumple, en realidad, el sexo no sirve para perder peso, y aunque lo practiques en gran medida y por un tiempo prolongado, no significa que te verás más delgado ya que los hombres queman alrededor de 100 calorías durante cada acto sexual, mientras que las mujeres un poco menos, apenas 69 calorías. Esto quiere decir que los hombres gastan alrededor de 4.2 calorías por minuto, mientras que las mujeres gastan 3.1 calorías.
¿A qué se debe esto?
A que los hombres suelen tomar de forma más frecuente el papel activo en las relaciones sexuales, pero la razón principal es que los hombres suelen pesar más que las mujeres, de ahí que el gasto energético sea mayor, a pesar de esto, el sexo puede considerarse como un ejercicio potencial importante en algunas ocasiones.
Por todo ello, si estás tratando de perder peso de forma seria, desengáñate y olvida que gracias al sexo tendrás más posibilidades de conseguirlo. Lo mejor será que elijas la actividad física y el ejercicio acompañado de una dieta adecuada.
Esto no significa que el sexo no contenga beneficios para la salud, al contrario, mejora mucho tu estado de ánimo, fortalece tu sistema inmunológico y reduce el riesgo de cáncer de próstata en los hombres.
Por tanto, aunque tu físico quede de la misma manera frente al espejo, disfruta del sexo lo máximo que puedas, tu salud física y mental te lo agradecerán.
Especialista
Ismael Netzahuatl
Fisioterapeuta
Licenciado en Fisioterapia egresado de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) enfocado en ejercer de manera apasionada y profesional mi carrera para así poder brindar una mejor calidad de atención con trato digno y respetuoso, siempre con la mejor intención de ayudar a mejorar la calidad de vida de mis pacientes, así como prevenir toda lesión o patología, enseñando buenos hábitos en cuanto a la actividad física y el ejercicio, demostrando que la base del éxito es la disciplina.