¿Tengo dos pies izquierdos?
29 noviembre, 2023 por
L.F. Luz Hernández
¿Cuántas veces no hemos escuchado, conocido o sido aquel que “tiene dos pies izquierdos”? Con esto queremos hacer referencia a la incapacidad o dificultad para seguir un patrón rítmico de movimiento, implicando movimientos coordinados de nuestros segmentos distales (manos, dedos, piernas). Esto implica desde ejercicios, tablas rítmicas, bailar, correr, tocar un instrumento, por citar algunos ejemplos de la cotidianidad.

Ahora te lo explico: esto es conocido como coordinación que implica un proceso complejo de la capacidad neuromuscular de ajustar con precisión lo requerido y lo pensado. Es dónde el movimiento debe ser preciso, eficaz, generar el menor gasto energético y armónico (que no sobre cargue otra estructura del cuerpo).

La coordinación se desarrolla desde edades tempranas pues requiere que el sistema nervioso (nuestro cerebro, médula espinal) esté en armonía con nuestros músculos y articulaciones. Esta adquisición de habilidades se dará primordialmente en nuestra infancia desde el reconocimiento de nuestro cuerpo hasta el desenvolvimiento en nuestro entorno. Durante los primeros 7 años de vida contamos con un exceso de conexiones neuronales que permiten que los estímulos recibidos sean más fácilmente aprendidos. Posterior a esa edad, el excedente de conexiones ya no es necesario para nuestra supervivencia. Por ello es que “los niños aprenden más rápido” en cualquier contexto, pero por ahora estamos centrados únicamente en la parte motora.

Eso no implica que después de esa edad ya no haya nada por hacer puesto que aún podemos seguir con nuevos aprendizajes, pero estos pueden implicar un mayor tiempo y esfuerzo. Así se generan nuevas ramificaciones nerviosas de nuestras conexiones neuronales existentes, conocido como plasticidad neuronal. 

También es importante considerar el aspecto de equilibrio que hace referencia a la capacidad de nuestro cuerpo de poder mantenerse estable en el entorno siendo parte vital para prevenir lesiones. Todos los que algún momento fuimos poco coordinados ante alguna actividad o todas, probablemente carecimos de estímulos que nos permitieran generar esos patrones de movimiento para hacernos más hábiles ante los procesos requeridos.

Pero ojo, eso no quiere decir que si no sabes bailar, nunca en la vida lo puedas hacer, o que sino sabes jugar básquetbol por el movimiento requerido en el bote de pelota, nunca puedas desarrollar esta habilidad. Más bien, esto es un proceso alcanzable para todas las edades, considerando que cada uno llevará un ritmo diferente de aprendizaje, entorno a su compromiso con el ejercicio y procesos cognitivos específicos. 

Ahora lo sabes, ser coordinado es una habilidad que podemos perfeccionar con la practica especifica de la actividad de nuestro interés, favoreciendo la creación de nuestras conexiones neuronales y permitiéndonos el explorar nuestros limites motores.

L.F. Luz Hernández 29 noviembre, 2023
Compartir
Archivo