Se define como pausas activas a los breves descansos durante la jornada laboral a través de diferentes ejercicios y estiramientos para prevenir los efectos del sedentarismo. De esa manera se ayuda a reducir la fatiga laboral y a prevenir el estrés, para así poder recuperar energía, relajar la mente y cuerpo, para posteriormente poder retomar nuestras actividades laborales con mayor actitud y desempeño. 

No significa dejar de trabajar, sino que implican tomar pequeños descansos para que los músculos puedan liberar la tensión acumulada para continuar con las labores sin sentir fatiga, dolor o cansancio. Por ejemplo, las personas que trabajan sentadas tienen gran presión en los glúteos y la zona poplítea, lo ideal sería que sus pausas activas fueran de pie, lo mismo con los que trabajan de pie, deben sentarse y liberar el punto de tensión que en este caso sería el tren inferior.

Es importante considerar que así como buscamos el fortalecimiento de nuestros músculos, también debemos ocuparnos de la salud de nuestro cerebro. Por eso, las pausas activas no solo incluyen actividad física, sino que la parte mental es fundamental.

Realizar estos descansos en la jornada laboral trae beneficios como:

● Ayuda a controlar los niveles de estrés.

●   Evita la fatiga física y mental.

●   Previene los espasmos musculares.

●   Combate la baja productividad.

●   Aumenta la motivación y el estado de ánimo.

●   Ayuda a prevenir el síndrome de burnout, causado por el estrés crónico

●   Favorece la circulación

Entonces, ¿por dónde comienzo? Se puede dividir  en sesiones de actividad física desarrolladas en el entorno laboral con una duración de 10 minutos que incluye:

● Flexibilidad: Este tipo de ejercicios ayudan a aumentar la temperatura de los músculos, lo cual ayuda a eliminar la rigidez producida por el hecho de estar varias horas seguidas trabajando en la misma posición.

● Activación muscular: Activar los músculos mediante movimientos conscientes para liberar la tensión. 

●Movilidad articular: Se realizan actividades que benefician la amplitud de movimiento de las articulaciones, ayudando a disminuir la tensión y el dolor que pueden acumularse en esos puntos. Dependiendo la actividad que desempeñamos, puede verse más afectadas diferentes zonas del cuerpo, por ejemplo mantener una misma posición puede sobrecargar las rodillas, los tobillos y el cuello.

● Pausas lúdicas: Este tipo de pausas pueden incluir una variedad muy amplia de actividades, como juegos de agilidad.

●Pausas rítmicas: En este caso, se trata de actividades que van acompañadas de música alegre con el objetivo de combinar diversión y ejercicio. Ayudan a los trabajadores a relajarse, a desconectar y a liberar tensión. Suelen realizarse en grupo, por lo que también benefician el trabajo en equipo.  

Es de suma importancia tener movilidad durante la jornada laboral para así evitar lesiones o dolores recurrentes en las articulaciones, músculos, tendones, etcétera, y evitar a largo plazo enfermedades de circulación o problemas cardíacos. Recuerden estar en contacto con su fisioterapeuta para que les brinde orientación respecto a su mejor opción de las pausas activas.