La rodilla es una de las articulaciones más grandes y más propensas a sufrir lesiones al soportar gran parte de nuestro peso. Es importante ponerle atención al momento de hacer ejercicio, como cuidando el peso, hacer el ejercicio adecuado, cuidar la técnica y hacer las posturas adecuadas. Entre otras tareas, como evitar estar demasiado tiempo sin movimiento (ya sea parado o sentado), realizar un calentamiento previo y estiramientos después de tu deporte o rutina.
Dentro de las lesiones que se presentan más frecuentes son:
LESIÓN DE MENISCO
El menisco es un cartílago situado al interior de la articulación entre la tibia y el fémur, tiene una forma semilunar. Su principal función es amortiguar la fuerza del peso corporal.
Las lesiones más frecuentes en meniscos pueden ser desgarros, roturas o desplazamientos que alteran a la movilidad de la articulación. Estas lesiones se pueden producir por gestos de alto impacto en torsión a la rodilla u otros factores como sobrecarga física, desviaciones en los ejes de la rodilla (valgo o varo) sobre uso o movimientos repetidos.
ESGUINCES
Se trata de un desgarro de los ligamentos que estabilizan la rodilla y se produce en situaciones dinámicas con riesgo de torsión de la rodilla. Suele presentarse cuando se practica algún deporte, ocurre una falta de equilibrio, una mala flexibilidad o una fuerza incorrecta en músculos y ligamentos que dan soporte a la misma. Estas lesiones son más frecuentes si se tiene una articulación hiperlaxa.
LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR
Los ligamentos que están al interior de la rodilla se llaman “cruzados” porque se cruzan entre sí, la función de estos ligamentos es dar estabilidad a la articulación y son frecuentes de lesionarse debido a un traumatismo (un golpe muy potente), como una torcedura sobre la articulación o un cambio brusco de dirección de la extremidad, una parada repentina o un brinco de fuerte impacto.
LIGAMENTO CRUZADO POSTERIOR Y LIGAMENTOS LATERALES
Estos ligamentos trabajan conjuntamente para que la articulación sea más estable, es decir, “que no rebasen los límites de los movimientos adelante-atrás o movimientos rotatorios". Estos suelen lesionarse tras un giro del cuerpo con el pie fijo en el suelo o golpes directos con la rodilla flexionada.
TENDINITIS ROTULIANA
Es una lesión inflamatoria del tendón que se produce por movimientos repetitivos o bruscos que superan el nivel de soporte y carga del tendón rotuliano
ARTROSIS
Es una enfermedad articular frecuente que aumenta con la edad. Se trata de una degeneración o desgaste del cartílago articular y deñ hueso, con inflamación de la capsula y membrana sinovial que la envuelven.
ARTRITIS:
Es una inflamación en la articulación por innumerables causas. En esta lesión la articulación suele estar más afectada que en la artrosis por el dolor de la deformidad que se genera. Además, los tejidos suelen estar más lesionados y deteriorados por la inflamación.
CONDROMALACIA ROTULIANA:
Se caracteriza por la degeneración del cartílago de la rótula, produciendo malestar detrás de ella. Se genera a partir de una lesión aguda de la rótula o mediante la fricción crónica entre la rótula y el fémur.
Si identificas alguno de estos malestares, coméntalo en sesión con tu fisioterapeuta para que pueda brindarte una buena exploración física y así identifiquen cual es el mejor tratamiento para ti. No te predispongas si al leer este articulo empiezas a relacionar algún dolor o malestar físico, es mejor descartar y tener seguridad de que te encuentras bien.
Especialista
Aurora Manzano
Fisioterapeuta
Licenciada en Fisioterapia, comprometida en satisfacer e impulsar a las personas a realizar un cambio de hábitos a través del ejercicio. Apasionada por brindar grandes cambios a la salud de sus pacientes y entregada a motivar para no caer en sedentarismo