El uso de
calzado adecuado con buena amortiguación puede ayudar a reducir el impacto en
las articulaciones y prevenir lesiones. Al caminar o correr, el impacto
repetitivo en las articulaciones puede ser perjudicial para la salud a largo
plazo. Un calzado con buena amortiguación puede absorber parte del impacto y
reducir dicha tensión. Al momento de realizar algún otro
tipo de entrenamiento como lo puede ser, por ejemplo, el entrenamiento de fuerza
con peso integrado o el ejercicio funcional, las necesidades de amortiguación
cambian considerablemente, por lo que es importante determinar las necesidades
de cada uno para nuestro tipo de entrenamiento.
Además, el uso
de calzado adecuado también puede mejorar la estabilidad y el equilibrio, lo
que puede reducir el riesgo de torceduras, esguinces y caídas. Es importante
elegir un calzado que se adapte bien a la forma de tu pie y que proporcione el
soporte necesario.
El calzado
ideal para realizar un entrenamiento funcional debe proporcionar una buena
estabilidad, soporte y amortiguación para el pie y el tobillo, así como también
permitir una buena movilidad y flexibilidad para realizar movimientos de manera
segura y efectiva.
Algunas
características importantes que debe tener un calzado adecuado para
entrenamiento funcional son:
Suela antideslizante:
Una suela que proporcione buena tracción y agarre es esencial para realizar ejercicios en diferentes superficies.Amortiguación:
Una buena amortiguación puede absorber el impacto de los movimientos y reducir la tensión en las articulaciones.Soporte para el arco:
El calzado debe proporcionar soporte para el arco del pie y así evitar lesiones en los pies y las piernas.Flexibilidad:
El calzado debe permitir una buena flexibilidad y movilidad en los pies y los tobillos para realizar movimientos de manera efectiva.Durabilidad:
Un calzado duradero y resistente puede soportar el desgaste de los entrenamientos intensos.