Tips para ir a la playa y cuidar tu figura
9 junio, 2023 por
L.N. Norma Esquivel
¿Te ha pasado que te está yendo increíble en tu plan de alimentación, pero se acercan unas vacaciones a la playa y te preocupa recuperar el peso perdido? La realidad es que la playa es uno de los lugares más amigables para continuar un plan de pérdida de peso. Solo basta con tomar decisiones inteligentes, las cuales a continuación te comparto. Además, ¡no olvides que es vital mantener la comunicación con tu equipo!


1. Hidrátate adecuadamente: 

En lugares con temperatura más alta, el cuerpo suele perder más líquidos a través del sudor, por lo que es recomendable incrementar tu consumo de agua (por lo menos 500 ml extra). Recuerda que hidratarte no consiste únicamente en tomar agua, también es importante recuperar todos los electrolitos que tu cuerpo pierde tras el sudor y la actividad física, por dicha razón puedes complementar con agua mineral.  A través del agua mineral, el sodio permitirá que tu cuerpo retenga el líquido que necesita. Con ello saciaras tu sed y evitarás dolores de cabeza, cansancio, irritabilidad e incluso confundir la sed con hambre.
Para lo anterior te sugiero pedir una limonada natural endulzada con edulcorante para reducir la ingesta calórica. Otra buena elección es el agua de coco natural (nada de agua de crema de coco), la cual tiene pocas calorías y carbohidratos. Solo recuerda cuidar las porciones (un coco mediano, máximo por día) y contabilizarlo como tu fruta del día.


2. Mariscos, tus mejores aliados: 

¡Justo! En la playa abunda el pescado y los mariscos frescos, lo que mejora su sabor. Aquí solo es cuestión de cuidar las preparaciones: puedes optar por cocteles sin cátsup, ceviches, aguachiles, pescados asados, empapelados o a las brasas. Es decir, evita las preparaciones fritas, capeadas o empanizadas. 
Otro aspecto importante a cuidar es evitar las guarniciones de arroz y el consumo excesivo de las galletas saladas. Mejor opta (en caso de tener una porción de cereal) el llevar tu paquete de tostadas horneadas, así reducirás de manera significativa tu ingesta calórica.


3. Evita los ayunos prolongados: 

Recuerda, un ayuno prolongado es cuando pasas más de 4 horas sin comer. Para evitar esto te recomiendo siempre cargar con tus snacks de proteína para que puedas estar preparado ante cualquier imprevisto. De esta forma, al siguiente tiempo de comida no llegarás con mucha hambre. Y si te preocupa el vuelo con tus porciones de proteínas y vitaminas, acércate con tu nutrióloga, ella te podrá brindar una carta de transporte para que no tengas ningún inconveniente con tu viaje y colaciones.
También puedes aprovechar al “señor de los camarones frescos”; ¡imagínate tomando el sol mientras realizas tu colación con unos camarones frescos con limón y salsita! Incluso puedes pedir una orden de pepino para incrementar tu consumo de verduras.


4. Da prioridad a las comidas fuertes: 

Siempre incluye proteína animal en tu desayuno, comida y cena, optando por los cortes más magros y cuidando que la porción sea un cuarto de tu plato. Busca también que tu platillo siempre contenga verduras (lo ideal es medio plato) y trata de comerlas primero. Cuida las guarniciones de cereales (arroz, pasta, papa, etc) ya que estas deben de ser máximo un cuarto de plato y cuenta como porción de cereal. Evita las preparaciones fritas, capeadas o empanizadas y si llegas a comerlas evita que se repita en los demás tiempos de comida.


5. Escucha a tu cuerpo: 

Cada día, a lo largo de tu tratamiento, has aprendido más sobre cómo funciona tu cuerpo y también a sentirlo. Es momento de ponerlo en práctica. Así que en el momento en el que te sientas saciado, para de comer. Es más costoso dañar con cada bocado extra a tu cuerpo a que no termines tu platillo. Por otro lado, recuerda que tu estómago es un músculo (involuntario pero al final es un músculo) lo que le da la capacidad de crecer. A ello se le llama distención adaptativa, la cual se estimula cada que haces un huequito para ese postre o alimento que se te antojo o simplemente te niegas a dejar en el plato.


6. Mantente en actividad: 

Las vacaciones son para relajarse y divertirse. Puedes aprovechar para estar activo ya sea nadando, caminando y disfrutando del lindo paisaje de la playa. ¿O por qué no jugar con la familia y/o amigos  al voleibol o fútbol de playa?


7° ¡Lo más importante! 

Diviértete mucho, disfruta al máximo. Recuerda que el cuidar tu cuerpo no quiere decir no disfrutar. Confía en ti y en todo lo que has aprendido en tu proceso, cuentas con las herramientas para lograrlo y en caso de dudas, no olvides que tu equipo está para ti. ¡Tu meta es mantenerte!

L.N. Norma Esquivel 9 junio, 2023
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