Tipos de obesidad
19 octubre, 2023 por
L.N. Norma Esquivel
Hoy día es común escuchar sobre la problemática actual de salud que es la obesidad, pues de hecho se le puede considerar como la madre de las Enfermedades No Transmisibles (ENT), debido que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró como la causa de muerte de 2.8 millones de personas en 2021, esto tan solo en la región de las Américas. Por ello, les hablaré sobre los tipos de obesidad que existen y las complicaciones que ello trae.

Empecemos definiendo sobrepeso y obesidad, que acorde con la Organización Mundial de la Salud, se puede definir como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Siguiendo a la OMS, el indicador más útil para diagnosticar sobrepeso y obesidad es el Índice de Masa Corporal (IMC), que es una relación entre el peso y la talla de las personas (peso en kg/talla en metros al cuadrado). Con este podemos tener nuestra primera clasificación, la cual nos expresa la cantidad de masa excedente: 

Sobrepeso
25kg a 29.9kg
Obesidad I:
 30kg a 34.9kg
Obesidad II:
35kg a 39.9kg
Obesidad III:
≥40kg

Otra forma de clasificar la obesidad es acorde a la distribución del tejido adiposo, es decir, según en dónde acumules más grasa tendremos la siguiente clasificación: 

Androide: 
Aquí la grasa se tiende a acumular más en el área abdominal. Es más peligrosa porque esta grasa también revestirá los órganos de la persona, en especial el corazón. Esto dificultará su funcionamiento, haciendo más susceptible a la persona a enfermedades cardiovasculares como infartos, presión elevada, diabetes, hígado graso. Esta obesidad es más común en hombres e incluso es común asociarla con la famosa "pancita chelera", o bien, con forma de manzana.

Ginecoide: 
Seguro que esta palabra les suena a ginecólogo y por ende la asociamos con mujer, lo cual es muy acertado. "Ginecoide" es la conjunción de dos raíces griegas que significan “que tiene aspecto de mujer”, por ende, aquí la grasa se tenderá acumular a nivel de caderas, glúteos, piernas y senos, dando una forma de pera. En este tipo de obesidad hay mayor riesgo de varices y complicaciones articulares de miembros inferiores (piernas).

Para conocer la distribución de grasa se utiliza un indicador que se llama índice cintura y cadera, que consiste en medir la cintura a nivel umbilical y la cadera a nivel de cresta iliaca (un hueso de tu cadera) y dividir estas circunferencias. Si es mayor a 80 en mujeres, mayor a 95 en hombres, podemos hablar de obesidad androide.

El último tipo de obesidad del que les hablaré es acorde a los adipocitos, pero para esto tengo que comentar cómo es que se genera la obesidad en rasgos muy generales y efímeros. Recuerda que todos los alimentos que ingerimos nos dan energía (aquí no me centraré en la calidad de la misma ni de su aporte nutrimental). Energía que gastamos en nuestras actividades diarias, pero cuando consumimos más energía de la que gastamos es cuando vienen los problemas ya que la energía no la podemos desaparecer sin más. Esta misma la tenemos que transformar y nuestro cuerpo la convierte en triacilglicéridos (grasa) para poderla guardar en unos pequeños saquitos que se llaman adipocitos (las bolitas de grasa que nutrióloga te muestra cuando pierdes grasa).

Estos adipocitos tienen la capacidad de extenderse para guardar la mayor cantidad de grasa que le sea posible, algo así como un globo, el cual crece a medida que lo llenamos de aire. A este tipo de obesidad se le llama obesidad por hipertrofia y cuando se inicia un tratamiento para pérdida de grasa adecuado, es posible lograr que los adipocitos regresen a su tamaño previo a la hipertrofia.

Claro que llega un momento en el que tus adipocitos ya no pueden seguir creciendo como un globo porque de ser así se reventaron. Es entonces cuando tu cuerpo comienza a generar nuevos adipocitos, es decir, nuevos sacos para poder seguir guardando más energía en forma de grasa. Cuando sucede esto tenemos obesidad por hiperplasia. Este tipo de obesidad es muy común en los niños y adolescentes porque al encontrarse en crecimiento su cuerpo está produciendo miles de células lo que favorece la reproducción de adipocitos.

Como se puede observar, ningún tipo de obesidad es mejor que otra; todas traen riesgos considerables a la salud. Y lo más importante: disminuyen nuestra calidad de vida. Recuerda no es lo mismo llegar a la vejez con movilidad y bienestar disfrutando tu tiempo en cosas de tu agrado a no poder caminar o tener dolores constantes por una o más enfermedades y pasando la mayor parte del día en médicos. Si bien no podemos volvernos inmunes a todas las enfermedades sí podemos prevenir muchas de ellas.





L.N. Norma Esquivel 19 octubre, 2023
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