Empatía: una herramienta efectiva al trabajar por la salud
agosto 14, 2018
14 agosto, 2018 por
Empatía: una herramienta efectiva al trabajar por la salud
María Fernanda Ambriz Ugalde

Muchas veces habrás escuchado la palabra “empatía”, seguramente en alguna conversación, en algún libro, discurso, etcétera. ¿Pero a qué se refiere realmente esta palabra? ¿Qué significa ser empáticos?

Comúnmente la encontramos definida como “ponerse en los zapatos del otro”, sin embargo, esta cualidad engloba mucho más: significa poder comprender, entender y respetar las emociones, sentimientos y perspectivas del otro, dentro del mundo de las habilidades interpersonales es todo un arte que nos permite construir relaciones sólidas, enriquecedoras y nutritivas.

La empatía nos permite entender a la persona que tenemos frente a nosotros, sin anteponer juicio alguno, a manera personal siempre me ha gustado explicar este concepto con la siguiente metáfora: la empatía es como agregarle una cucharadita de suavizante a las relaciones que establecemos con los demás.

Nosotros como terapeutas debemos estar habilitados con esta herramienta, es la que nos ayudará a comprender la historia de un paciente y el por qué quizá no se esté apegando al tratamiento, la empatía nos servirá también para poder recibir de la manera menos corrosiva los posibles ataques de un paciente enojado, frustrado o triste y en lugar de engancharnos con dicha problemática poder ayudarle a generar las estrategias y los recursos emocionales que puedan conectarlo de mejor manera con su tratamiento y con el mismo.

Esta habilidad se va desarrollando desde la infancia, son nuestros padres quienes nos ayudan a poder registrar los sentimientos y necesidades de los demás, en ocasiones cuando hay inconvenientes para generarla podemos llegar a tener problemas para conocer y comprender a quienes nos rodean, esta forma de “relación” se puede trasladar a todos los ámbitos de nuestras vidas empobreciendo la calidad de nuestras relaciones interpersonales.

Para trabajar con empatía no es suficiente el escuchar o el comprender, hay que saber aplicarla de manera práctica, he aquí algunos puntos básicos para el uso de esta herramienta:

  • Disposición física, mental y emocional para escuchar: Esto quiere decir que mente-cuerpo y emociones deben estar sintonizados para poder comprender al otro, tendremos entonces que cuidar nuestra postura corporal, la distancia o la proximidad con el otro, ni tan lejanos, pero tampoco tan cerca que invada el espacio del otro y pueda sentirse incómodo, poner atención al discurso y a la gama de emociones que la persona que tengamos frente a nosotros nos despliegue en ese momento.

 

  • Evitar juicios o etiquetas: El uso de juicios o calificativos pueden debilitar el contacto genuino con el otro, evitar esto podrá conectarnos mejor con la otra persona y comprender mejor su mundo interno.

 

  • No al síndrome “Yo-Yo”: En ocasiones podemos vernos tentados a compartirles nuestras experiencias a alguien que pudiera estar pasando por situaciones similares a las nuestras, sin embargo, plagar nuestra interacción con el otro con frases como “yo haría”, “yo hice”, “yo pase por lo mismo “, no solo merman la intención de estar con el otro, sino que pasamos a ser protagonistas dejando de lado la problemática de la persona que nos está confiando alguna situación.

 

  • Evitar sentirnos expertos: Muchas veces podemos entender muy bien la situación o problemática de alguien, sin embargo, el querer darle la solución o minimizar la situación con frases como “no es para tanto”, “no está tan difícil”, es algo que afecta el poder empatizar con el otro, además de que les resta importancia a los sentimientos de la otra persona.

 

  • Utilizar Comunicación Asertiva: Poder expresarnos de manera directa, clara y respetuosa con el otro amplificará la empatía y la comunicación efectiva, esto implica que se puedan generar estrategias y acuerdos que beneficiaran al otro.

 

  • Sacar provecho de la retroalimentación: Implica no deducir, ni suponer, es reflejarle al otro con respeto y cuidado lo que yo estoy percibiendo  o sintiendo con respecto a lo que nos comparte, dicho reflejo ayuda a que la otra persona pueda sentirse comprendida y conectada con nosotros.

Teniendo conscientes estos puntos podemos darnos cuenta que el comprender el contexto o situación de una persona requiere de una gran capacidad de apertura, de tener la disponibilidad para establecer un contacto profundo y honesto con el otro, lo cual será de gran ayuda para darnos cuenta que todos tenemos un grado de vulnerabilidad, es ahí cuando conectar con las necesidades y sentimientos del otro nos será más fácil, y poder escuchar desde la comprensión y el no juicio, olvidando la posición del saber y siendo receptivos a la fragilidad humana.

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Imagen de Odoo y bloque de texto

Escrito por: María Fernanda Ambriz Ugalde

Nutrióloga clínica, día a día inculca a sus pacientes la importancia de una dieta correcta, educa y orienta, cree firmemente que la alimentación es una manera preventiva de enfermedades crónico degenerativas, busca estrategias en el manejo de plan de alimentación para la adaptación de cada paciente y el apego para lograr que los resultados sean más efectivos. En VIME ha logrado apoyar y reeducar sobre la importancia de una dieta correcta y ha logrado llevar un tratamiento multidisciplinario para un mejor desarrollo en la pérdida de peso del paciente. Está segura de que no es imposible la pérdida de peso para ningún paciente lo importante es la determinación y empeño que cada uno de los especialistas y el paciente invierten en el tratamiento.

Empatía: una herramienta efectiva al trabajar por la salud
María Fernanda Ambriz Ugalde 14 agosto, 2018
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