Quizá sea una pregunta que te has hecho en repetidas ocasiones, pero la realidad es que no, que es todo lo contrario, el comer poco y muy espaciado nos predispone al sobrepeso y la obesidad.
¿Pero por qué?
El organismo está diseñado para la adaptación y evolución, es decir, para sobrevivir, por lo cual en el momento de detectar una agresión pone en marcha mecanismos de supervivencia que no se pueden evitar.
Se desencadenan procesos que juegan en nuestra contra y este es el caso del ayuno. Surge la necesidad de producir energía a través de nuestros propios compuestos: grasa y proteínas, por las reservas en órganos (hígado, musculo, tejido adiposo), que si se mantiene constante y por largo tiempo puede verse afectada la salud por alteraciones metabólicas.
Todos estos procesos se llevan a cabo durante el ayuno.
¿Pero que es el ayuno?
Es una situación metabólica existente por las mañanas después de varias horas sin comer en el transcurso de la noche. Ante la falta de energía dada por los alimentos, el organismo pone en marcha mecanismos que ayudan a la producción energética que aseguren el requerimiento necesario para el cerebro y otros órganos vitales, con términos de supervivencia.
Aunque el ayuno se define como la situación metabólica que se produce por las mañanas tras permanecer de 10 a 14 horas sin alimentos, también sucede después de que cesa el flujo de nutrientes desde el intestino, unas 4 horas después de haber comido, por lo que se sugiere ese sea el rango entre alimento y alimento.
Según estudios el ayuno tiene un antecedente sobre el planeta Tierra, la humanidad ha tenido que enfrentar muchas situaciones de hambruna y ayuno absoluto ante la carencia de alimentos. Por lo que se cree que durante la evolución las especies sobrevivientes han desarrollado la capacidad de almacenar reservas energéticas en forma de tejido adiposo (grasa) con ayuda del “del gen ahorrador” que tiene la capacidad de utilizarse a falta de energía ingerida por alimentos, y que en la actualidad los descendientes de esos superviviente son los que padecen obesidad, ante la amplia disponibilidad de alimentos de mala calidad.
¿Por qué el ayuno prolongado predispone al aumento de peso?
Porque surge una modificación o reajuste metabólico, con el objetivo de mantener estable al organismo, en donde están involucradas hormonas y parámetros bioquímicos que llevan a procesos de acumulación de grasa y aumento de peso como:
➜ Aumento del cortisol: El cortisol es una hormona encargada de estimular la acumulación de grasa para reserva energética y disminución de masa muscular para producción de energía rápida. El cortisol aumenta como mecanismo de defensa del cuerpo, al tener una deficiencia en energía consumida, surge la necesidad energética de órganos vitales principalmente del cerebro por lo que el músculo es el principal donador de su energía, lo que lleva a una depletación (pérdida) y cede ese espacio para ser llenado con reserva grasa.
➜ Disminución de leptina: Es la hormona encargada de regular el apetito, es la que manda señal para frenar consumo de alimentos, es decir la que indica cuando ya estás satisfecho. Al estar disminuida en el momento de ingerir alimentos, después del ayuno, se come en porciones más grande por la falta de saciedad, aumentando tejido adiposo por un consumo excesivo de calorías en un solo tiempo de comida.
Si alguna vez has escuchado "pero si yo solo como una vez al día ¿por qué subí de peso?" o "si sólo como una vez al día ¿por qué no puedo bajar de peso?", esta es la respuesta.
➜ Disminución de glucosa: Hacer ayunos prolongados puede desencadenar hipoglucemias (48-60mg/dl), lo que produce hambre, temblor, mareos, confusión, dificultad para hablar y sensación de ansiedad o debilidad. Síntomas que nos llevan a consumos excesivos de azúcar simple. Es donde escuchas el típico “tomate una coca” o “cómete un chocolate”, entre muchas más. El consumo excesivo de esta después del ayuno, predispone a acumulación de grasa en forma de triglicéridos.
➜ Ansiedad: Principalmente, ansiedad por el consumo de comida. Comer con ansiedad no es lo mismo que comer sin ella, pues llegamos a comer en mayor cantidad y con mayor velocidad por lo que no hay un límite de consumo de acuerdo a lo que realmente requieres, es decir, comer lo que sea en la cantidad quien sea .
También por esta necesidad el consumo de café incrementa con la creencia de “un cafecito y galletas son mi desayuno o mi cena”, sin tomar en cuenta que le café incide sobre los patrones de sueño y el insomnio lo que produce enlentecimiento del metabolismo.
¿Entonces qué es lo correcto para bajar de peso?
Los pasos básicos para una correcta pérdida de peso son:
1. No dejar pasar más de una hora después de que te levantas para hacer tu primer tiempo de comida, para así romper el ayuno.
2. Respetar un rango de 3 a 4 horas entre cada tiempo de comida para no desencadenar mecanismos alternos de producción de energía
3. Control de calorías consumidas
4. Llevar una dieta correcta basada en el plato del bien come.( Para aterrizar este tema puedes consultar el blog “Dieta correcta”)
5. Cubrir requerimiento de agua al día
6. Evitar consumo de bebidas azucaradas
7. Activación física
8. Cumplir con un rango de 6 a 8hr de sueño
Lo anteriormente mencionado son pasos para cualquier persona, sin embargo, el tratamiento se individualiza de acuerdo al objetivo y la meta. El requerimiento calórico no es el mismo para todos ya que va de la mano con peso, altura, edad, actividad física y objetivo de la pérdida, por lo que se recomienda que acudas con un especialista que te ayude a encontrar la mejor estrategia que se apegue a tu estilo de vida para que así sea más fácil logara la meta.
Especialista
Fernanda Ambriz
Nutrióloga
Nutrióloga clínica que educa y orienta hacia una dieta correcta. Cree que la alimentación previene enfermedades crónico degenerativas. Está segura de que no es imposible la pérdida de peso para ningún paciente, pues lo importante es la determinación invertida en el tratamiento