¿Resistencia al bienestar y al autocuidado?
13 septiembre, 2022 por
L.P. Eduardo Hernández
Hablar de los conceptos de bienestar y autocuidado resulta una tarea demasiado compleja por las diferentes dimensiones que atraviesan y abarcan en la vida (físicas, sociales, emocionales, intelectuales, laborales y profesionales).En un ideal que resulta difícil pero no imposible de lograr, dichas esferas tendrían que atenderse y procurarse de manera equilibrada generando afectos positivos y gratificantes en la existencia de un individuo, pero sobre todo, porque hablar de estos términos, implica una labor confrontativa con una respectiva posición de autorresponsabilidad que lleve al cuestionamiento y al pensamiento reflexivo de lo que hacemos con y para nosotros mismos día con día para mejorar nuestra calidad de vida, y con ello, vincularnos de manera positiva con aquellos que nos rodean y construir nuestra realidad externa e interna de manera satisfactoria y reconfortante.

El desarrollar vínculos cercanos, respetuosos y amorosos con amistades así como con familiares, el establecer metas y retos profesionales e intelectuales alcanzables y realistas que puedan cumplirse, el estar en contacto, asumir y hacerse cargo de las propias emociones sin necesidad de depositarlas y adjudicarlas a los otros, el llevar a cabo actividades estimulantes como el ejercicio físico y actividades que fomenten la capacidad cognitiva, y por supuesto, el cuidado de la alimentación, la generación de hábitos saludables y la atención preventiva, oportuna y constante a la salud física y emocional, por mencionar algunos, son aspectos que se refieren y recuerdan la importancia del estar bien y sentirse bien pero que para mucha gente pareciera imposible de tener.

En este sentido, la pregunta es, ¿por qué para algunas personas resulta prácticamente imposible atender y llevar a cabo acciones encaminadas a su autocuidado y a generar condiciones de bienestar? Como si de cierta manera se empeñaran en obstaculizarse, estancarse o en mantener comportamientos opuestos a mejorar su vida, y qué decir, de mantener una batalla constante con ellos mismos en la que estuvieran destinados a perder, enfermar y padecer, predominando la falta de atención, el abandono y el descuido y encaminando su vida al sufrimiento cotidiano. 

La perspectiva de muchos se inclina a la culpabilidad de quienes les rodean, al mundo, a la familia, a los padres, a la pareja, al gobierno, al sistema, al trabajo, al tiempo, a la economía, etc, Los argumentos muchas veces parecen inagotables, pero los planteamientos y las interrogantes sobre el lugar y el papel de uno mismo en la vida propia y en el malestar cotidiano inexistentes. 

Así, aunque si bien se presentan ciertas condiciones del entorno que pueden desempeñar un papel importante como dificultades en la búsqueda del bienestar, es fundamental detenerse momentáneamente y profundizar en eso propio que limita, obstruye y estanca el crecimiento físico y mental, que detiene el progreso y el desarrollo a una vida más armoniosa y satisfactoria, que empuja a la enfermedad y parece estar a favor del descuido, a aquellas resistencias que mantienen en un estado de infortuna e infelicidad, que parecen insolubles y destinadas a ganar.

Un tratamiento de pérdida de peso y desarrollo de hábitos saludables no es la excepción, pues si bien habrá momentos en los que se tendrán importantes logros en tus objetivos y evoluciones significativas en tu forma de apreciar la vida, tu alimentación, tu cuerpo, etc., también podrían existir momentos en los que se presentarían recaídas y dificultades que generaran sentimientos de fracaso y desilusión. Es ahí donde cabrá la posibilidad de reflexionar sobre aquello te detiene, te estanca y no te permite avanzar e incluso, mucho antes, si aún no te decides comenzar con el cuidado de tu salud, con la provisión de tus condiciones de bienestar y con la construcción de la vida, el cuerpo y la imagen que te gustaría.

Reflexionando, ¿cuáles serían tus resistencias?


Especialista

Eduardo Hernández

Psicólogo

Psicólogo clínico y psicoterapeuta psicoanalítico. Considera que una parte fundamental de la calidad de vida es la atención de la salud mental y el bienestar emocional. Con su escucha y labor acompaña a sus pacientes en la comprensión de su mundo interno y emocional, en la búsqueda del origen de los conflictos que les que causan malestar y sufrimiento y en el entendimiento de la manera en el que se desarrollan en la vida frente a las problemáticas cotidianas.

L.P. Eduardo Hernández 13 septiembre, 2022
Compartir
Archivar