Acompañar los cambios en la obesidad de desarrollo
¿Cómo es el cambio de alguien que siempre ha tenido obesidad?
5 agosto, 2022 por
L. P. Omar Segura
En el momento que venimos a la vida no hay una diferenciación de nosotros con el mundo externo, no hay un yo que nos ayude a diferenciarnos del otro. Quien nos ayuda a lidiar con toda la cantidad de estímulos que vamos a ir percibiendo a lo largo de nuestro primer año de vida será nuestra madre (cuidadora). Esto se va ir gestando poco a poco a través, de su mirada, su voz y por supuesto su tacto. Así pues, vamos a ir constituyendo una suerte de esquema corporal bastante precario, pero que nos ayudará a diferenciarnos de lo que no es yo. De tal suerte que lo primero que nos separa del mundo externo es nuestro órgano más grande; la piel. Nuestra madre, en el mejor de los casos nos apoyará a ir constituyendo una imagen de nuestro cuerpo nombrando nuestro cuerpo algo así como: “De quién es esta piernita” causando una suerte de estímulo en la extremidad del bebé. Posteriormente viene un encuentro un tanto más consciente, cuando años después nos logramos reconocer a través del espejo; “ése que está allí soy yo”.

Dado lo anterior pensemos en una persona con obesidad de desarrollo; alguien que toda su vida ha tenido obesidad. La imagen que tiene de sí siempre ha sido con cierto volumen, es casi una suerte de identidad. De tal manera que incluso imaginarse en un cuerpo delgado le resulta casi que imposible; no se reconoce en ese lugar. Por lo tanto, no sólo se verá enfrentado al cambio de hábitos -que en sí mismo ya es algo complejo- sino que la cruzada que tiene por delante es más compleja; conquistar lo desconocido, lo diferente. 

La motivación de cada quien puede ser muy distinta; por salud, por autoestima o por simple curiosidad. No es que haya una mejor que la otra, lo importante acá es que la persona tenga muy claro qué lo está llevando a querer realizar un cambio tan radical. Muchos de ellos ya vienen de innumerables tratamientos, con mayor o menos éxito, lo que sí es común escuchar a lo largo de sus testimonios, es que hubo un momento de los tratamientos en los cuales simplemente soltaron, se confiaron o perdieron la motivación. Muchos lo hicieron cuando ya se estaban notando cambios en su aspecto y la gente a su alrededor se los comenzaba a referir. Por lo anterior podríamos llegar a pensar que el notar los cambios tan evidentes pudieron haber causado en ellos una suerte de angustia o preocupación inconsciente que los llevaron a dejar –sabotear- su tratamiento.

Por lo anterior, es sumamente importante hablar de la historia de nuestro cuerpo y de los sentimientos que hemos tenido hacia el a lo largo del tiempo. Cada persona tendrá una forma muy diferente de asimilarlo; habrá quien no tenga un conflicto con la forma de su cuerpo, habrá otros tantos que sí lo tengan. Lo importante acá es escuchar la vivencia, entender el por qué se llegó a ese peso para después encaminar los pasos hacia el cambio. Perder peso en este tipo de obesidad, es perder una imagen que hemos tenido toda la vida de nosotros mismos. Nos agrade o no, es lo que conocemos y eso nos da una suerte de zona segura, por eso es que se levantan tantas resistencias cuando vamos viendo una imagen más delgada en donde no nos reconocemos. 

Cada uno tendrá que atravesar su propia historia y los complejos que haya desarrollado a lo largo de los años, sin embargo, puedes acudir a pequeños ejercicios para prepararte un poco para dichos cambios y no los vivas de manera tan radical. Por ello es que te propongo hacer un ejercicio al iniciar, durante y al finalizar el tratamiento. Toma una foto tuya de cuerpo completo y escribe en una hoja en blanco una descripción física de tu cuerpo y justo debajo de ése párrafo escribe que sientes al ver tu cuerpo; lo que te provoca emocionalmente. Esto lo podrías hacer cada dos o tres meses, dependiendo lo que dure tu tratamiento, no se trata de que se vuelva algo repetitivo. La idea de esto es que vayas acompañando tus cambios físicos con tus emociones para ir asimilando tu nueva imagen. 


especialista

Omar Segura

Psicólogo

Psicólogo y psicoterapeuta interesado en sacar lo mejor de las malas experiencias, para de ahí tomar la fuerza que le permita al paciente construir una mejor versión de sí mismo. Mantiene una empatía constante

L. P. Omar Segura 5 agosto, 2022
Compartir
Archivar